En medio de la pacífica “Marcha del Silencio” en Bucaramanga, un reportero y su camarógrafo de RTVC fueron rodeados e insultados por manifestantes que los llamaron “guerrilleros” y les exigieron retirarse, lo que evidencia un clima creciente de hostigamiento contra la prensa en protestas.
Durante la “Marcha del Silencio” celebrada este domingo en Bucaramanga, un periodista de RTVC y su camarógrafo fueron objeto de agresiones verbales por parte de manifestantes que rodearon el equipo para impedir su labor informativa. Pese a la ausencia de violencia física, el hostigamiento fue intenso, con gritos que catalogaban al reportero de “guerrillero”.
Un video difundido en redes sociales muestra a unas cincuenta personas alrededor del equipo de RTVC, exigiendo que se retiraran del lugar. El periodista, sin interrumpir su transmisión, intentó continuar con su cobertura mientras caminaba al costado de la vía para evitar confrontaciones directas.
El incidente fue condenado por el presidente Gustavo Petro mediante un mensaje en X, donde afirmó que “los periodistas no son guerrilleros y no se les debe atacar”, calificando el hecho como una expresión de “venganza infundada por el prejuicio y el odio”.
RTVC ha denunciado un patrón de ataques físicos, verbales y digitales a sus periodistas en manifestaciones, particularmente durante movilizaciones de la oposición. Hollman Morris, gerente del Sistema de Medios Públicos, ha reclamado acción de la Fiscalía y la Policía contra responsables políticos por fomentar estigmatización y amenazas contra la prensa.
Organizaciones internacionales como Wola también han documentado agresiones a periodistas del sistema público, denuncias de violencia física, daño a equipos de grabación e insultos racistas, reflejo de un clima hostil en el ejercicio del periodismo.
Este nuevo señalamiento suma a anteriores incidentes, incluyendo ataques sufridos por reporteras como Sandra Chindoy y Luisa Barberi en manifestaciones de oposición en otras ciudades, donde fueron empujadas, empapeladas e insultadas mientras cubrían eventos públicos.
El Ministerio del Interior y la Policía Nacional han sido instados a garantizar protección a los comunicadores durante las protestas, mediante protocolos específicos y sanciones a quienes impidan su labor informativa. La falta de respuesta institucional es criticada por medios y organizaciones defensoras de la libertad de prensa.
RTVC y varias asociaciones de periodistas han exigido disculpas públicas de los organizadores y un compromiso riguroso para asegurar que situaciones similares no se repitan. Consideran fundamental proteger el derecho a la información y restablecer un ambiente de respeto hacia quienes cubren desde medios públicos.
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