El presidente Gustavo Petro aseguró que el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos ha quedado suspendido tras la imposición de aranceles del 10% por parte del gobierno estadounidense. Según el mandatario, esta medida viola el acuerdo comercial y libera a Colombia del control económico de Washington. Sin embargo, sectores empresariales y analistas advierten graves consecuencias para la economía nacional.
El presidente Gustavo Petro generó este domingo una fuerte polémica internacional al declarar que el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos “está suspendido de facto” debido a una decisión unilateral del gobierno norteamericano. Según el mandatario, la reciente imposición de aranceles del 10% a las exportaciones colombianas constituye una violación directa de los acuerdos pactados entre ambas naciones.
A través de su cuenta oficial en la red social X (Twitter), Petro afirmó que “al poner aranceles de 10%, ya se violó el tratado del TLC y se volvieron nulas las antiguas preferencias arancelarias que hacían que Colombia estuviera bajo control de Estados Unidos”. En su mensaje, el jefe de Estado añadió que “esas cláusulas están rotas unilateralmente por Estados Unidos, no por nosotros, y nos dejan libres. Que no nos asuste ser libres, tenemos todo el mundo por delante”.
El presidente aprovechó su pronunciamiento para enviar un mensaje político cargado de simbolismo nacionalista, asegurando que Colombia no puede seguir bajo el control de potencias extranjeras. “El único control real sobre una democracia no lo ejercen extranjeros que odian migrantes y odian a los latinoamericanos; lo ejerce el propio pueblo”, enfatizó, haciendo referencia directa al expresidente estadounidense Donald Trump y sus recientes declaraciones sobre América Latina.
Petro también anunció que prepara una respuesta “inteligente y soberana” frente a lo que calificó como una “amenaza irracional”. Explicó que el Ministerio de Comercio tiene listos los decretos que podría firmar en los próximos días, con el propósito de defender el trabajo nacional y la vida de la humanidad, en alusión a medidas proteccionistas que podrían impactar la relación comercial con Estados Unidos.
El mandatario informó que este lunes encabezará una reunión de alto nivel con la canciller, la vicepresidenta, el embajador colombiano en Washington, las ministras de Comercio y Agricultura, el ministro de Defensa y la encargada del programa de sustitución de cultivos ilícitos. En el encuentro se definirán las acciones oficiales que Colombia adoptará en respuesta a la decisión estadounidense.
Asimismo, Petro anunció que presentará los resultados y decisiones del encuentro en un Consejo de Ministros televisado, que será transmitido por canales públicos. “Espero que Teleantioquia lo transmita, no debe haber burbujas desinformativas en las regiones de Colombia”, expresó, al tiempo que recordó que Antioquia fue una región clave en la lucha por la independencia nacional.
Sin embargo, las reacciones no se hicieron esperar. Analistas económicos y dirigentes gremiales advirtieron que una eventual suspensión del TLC podría afectar gravemente a la economía nacional. En un mensaje dirigido al presidente, algunos detractores señalaron que “si Colombia pierde uno de sus mayores motores económicos, también perderán los campesinos, trabajadores y empresarios que sostienen la economía real”.
Los críticos recordaron que desde la firma del acuerdo comercial con Estados Unidos, el país ha logrado más de 750 nuevas empresas exportadoras y 400 nuevos productos ingresando al mercado norteamericano. Además, destacaron que Estados Unidos compra el 30% de las exportaciones colombianas, lo que convierte al tratado en una herramienta esencial para el sostenimiento de la balanza comercial y el empleo.
La controversia ha encendido el debate sobre el futuro del comercio exterior colombiano. Mientras el Gobierno insiste en una política de soberanía económica y diversificación de mercados, los sectores productivos piden prudencia y diálogo diplomático para evitar una crisis que podría impactar directamente a millones de familias y empresas nacionales dependientes del intercambio con Estados Unidos.
Por ahora, el TLC no ha sido suspendido oficialmente por vías diplomáticas, pero el anuncio del presidente Petro marca un punto de inflexión en la relación bilateral entre Bogotá y Washington. Lo que hasta hace poco era considerado un pilar estratégico de la economía colombiana, hoy se encuentra en el centro de una tormenta política, económica y diplomática que podría redefinir el rumbo del país en materia de comercio internacional.











