El presidente Gustavo Petro cuestionó a la representante Katherine Miranda por festejar la caída de la reforma laboral en el Senado. Mientras Miranda calificó el proyecto como perjudicial para el empleo y la inversión, el mandatario defendió su impacto en la dignidad de los trabajadores.
La reforma laboral impulsada por el Gobierno Nacional sufrió un nuevo revés en el Congreso. En la Comisión Séptima del Senado, ocho congresistas firmaron una ponencia negativa y solicitaron el archivo del proyecto, impidiendo su avance. Aunque la iniciativa había sido aprobada en la Cámara de Representantes con 93 votos a favor y 13 en contra, en el Senado no logró el mismo respaldo.
Uno de los momentos más polémicos tras la decisión fue la celebración de la representante Katherine Miranda, quien, a través de su cuenta en X, felicitó a los senadores que votaron en contra. “¡Felicitaciones senadores! Reforma laboral virtualmente hundida, ahora vamos por la Salud. ¡Grandes héroes!”, escribió la congresista, generando una fuerte reacción del presidente Gustavo Petro.
El mandatario cuestionó la postura de Miranda y defendió los beneficios que la reforma pretendía otorgar a los trabajadores. “¿Por qué a Katherine le molesta que a las trabajadoras de Bogotá no les paguen más por trabajar los festivos o dominicales? ¿Qué en vez de contratarlos por meses y acosarlas laboral y sexualmente, en vez de que las contraten a término indefinido? ¿Ese es el programa de Claudia? ¿Dañar la dignidad del pueblo trabajador de Colombia?”, expresó Petro en su cuenta oficial.
Ante estas declaraciones, Miranda respondió con dureza, argumentando que la reforma laboral tenía efectos negativos en el empleo formal y la inversión. Citó un concepto del Banco de la República, que advertía que la iniciativa podría eliminar hasta 449.000 empleos formales y aumentar en un 16% los costos laborales de las empresas.
Además, la representante señaló que la reforma no aportaba soluciones para reducir la informalidad laboral, que afecta a más del 50% de los trabajadores en Colombia. En su opinión, la propuesta oficialista era un proyecto improvisado que castigaba a las empresas y ponía en riesgo la estabilidad económica del país.
El debate escaló aún más cuando Petro aseguró que el hundimiento de la reforma afectaría el diálogo entre el Gobierno y el Congreso. En respuesta, Miranda rechazó cualquier tipo de amenaza y exigió respeto por las decisiones legislativas. “Gobernar no es jugar a la improvisación. Su reforma castiga a las empresas, expulsa la inversión y condena a los trabajadores a la precariedad laboral. ¡A nosotros no nos amenace con violencia, respete el Congreso!”, enfatizó.
Por su parte, la representante María Fernanda Carrascal, defensora del proyecto, lamentó su hundimiento y destacó los cambios positivos que incluía, como la regulación de la jornada nocturna desde las 7:00 p. m., la estabilidad laboral, el aumento de la licencia de paternidad y la formalización del trabajo doméstico. “El hundimiento de la reforma laboral no es un golpe ni para Petro ni para el Pacto Histórico. Es un golpe para los trabajadores y sus familias”, afirmó.
El futuro de una nueva reforma laboral en Colombia queda incierto, mientras el Gobierno busca alternativas para insistir en su implementación y la oposición celebra su derrota como un triunfo para el sector empresarial y la generación de empleo.