El presidente Gustavo Petro designó al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, para asumir funciones presidenciales entre el 10 y el 17 de mayo, desmintiendo versiones que apuntaban al ministro del Interior, Armando Benedetti. El mandatario viaja a China en su rol como presidente pro tempore de la CELAC.
Una decisión presidencial inesperada dejó en evidencia las verdaderas relaciones de confianza dentro del gabinete de Gustavo Petro. Aunque inicialmente se filtró un decreto que entregaba las funciones presidenciales al ministro del Interior, Armando Benedetti, fue el propio mandatario quien desmintió la información y confirmó que será Guillermo Alfonso Jaramillo, actual ministro de Salud, quien lo reemplazará mientras visita China.
La rectificación fue oficializada mediante el decreto 0506 del 9 de mayo de 2025, en el que se delegan funciones presidenciales a Jaramillo entre el 10 y el 17 de mayo. Durante ese tiempo, Petro cumplirá compromisos en Asia como parte de su agenda internacional al frente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
“Qué pena desmentirlos. Quien me reemplazará es la persona que lo ha hecho en la mayoría de las veces cuando salgo del país: Guillermo Alfonso Jaramillo”, escribió el jefe de Estado en su cuenta oficial de X. El mensaje no solo confirmó la designación, sino que marcó distancia de Benedetti, con quien ha habido tensiones internas.
La agenda del presidente en China incluye su participación en la reunión ministerial del Foro CELAC-China, además de una visita oficial al país asiático con la intención de firmar acuerdos estratégicos, entre ellos el entendimiento de Colombia con la iniciativa de la Ruta de la Seda.
Desde su llegada a la presidencia pro tempore de la CELAC, Petro ha planteado una agenda ambiciosa que incluye la integración comercial regional, la interconexión eléctrica con energías limpias, el fin del genocidio en Gaza, el cambio climático y una nueva política antidrogas.
La canciller Laura Sarabia también ha destacado el objetivo de redefinir la relación de América Latina con el mundo, priorizando la soberanía, el interés mutuo y un enfoque de cooperación con socios extrarregionales como China, Europa, África y los países del Golfo.
La exclusión de Benedetti de las funciones presidenciales es leída por analistas como un gesto político que reafirma la cercanía del presidente con Jaramillo, su antiguo aliado en Bogotá, mientras deja al margen a un ministro con aspiraciones y protagonismo creciente en el escenario político nacional.
Este episodio revela, una vez más, cómo las decisiones de Petro no solo responden a la diplomacia internacional, sino también a la configuración interna de poder dentro del gabinete. La confianza presidencial sigue siendo un privilegio reservado para pocos.