En una sesión de consejo de ministros, el presidente Gustavo Petro se pronunció sobre varios temas de interés nacional e internacional, despejando dudas recurrentes sobre su continuidad en el poder y su posición frente a la crisis en Venezuela. Con un tono categórico y ante la presencia de sus funcionarios, el mandatario colombiano fue enfático en desmentir cualquier especulación sobre una posible reelección o la prolongación de su mandato.
”Nosotros nos vamos el 6 de agosto y el 7 ya no estaremos aquí”, afirmó Petro, estableciendo una fecha clara para su salida del cargo en 2026. Al manifestar que no tiene “nada que llevarse” de la Casa de Nariño, el presidente buscó poner fin a los rumores que han circulado en el ambiente político y que han generado un clima de incertidumbre sobre el futuro de su gobierno.
El pronunciamiento de Petro se produjo en un contexto de molestia por la inasistencia de varios de sus ministros a la reunión de gabinete. El jefe de Estado cuestionó directamente la ausencia del ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, y aprovechó para lanzar un llamado de atención a todo su equipo. “Esto es consejo de ministros, es obligatorio. No hay excusas válidas para no asistir”, recalcó, dejando claro que la planeación de las agendas ministeriales debe priorizar estos encuentros semanales.
Más allá de los asuntos internos, el presidente se refirió a la política exterior y, en particular, a la tensión entre Venezuela y Estados Unidos. Petro relató un episodio de la administración de Donald Trump, donde advirtió a los emisarios del entonces presidente estadounidense sobre los riesgos de una intervención militar en el país vecino. Su advertencia fue clara: una acción militar sería un “grave error” para la región.
El mandatario enfatizó que su postura no obedece a un alineamiento político con el gobierno de Nicolás Maduro, sino a la necesidad de evitar una guerra en la región. “No se trata de defender a Maduro, porque yo voy a pasar y él también pasará, cualquiera que sea el año. Se trata de evitar una guerra en la región”, explicó, buscando diferenciar su crítica a la intervención militar de cualquier supuesto apoyo al régimen venezolano.
Petro aprovechó la ocasión para abordar otro debate de relevancia nacional: el proceso de paz con las Farc. Advirtió sobre las “serias consecuencias internacionales” que podría tener para Colombia un referendo que busque modificar el Acuerdo de Paz de 2016. El presidente recordó que el Estado colombiano presentó una “declaración unilateral” ante la ONU, comprometiéndose con los acuerdos.
Según el jefe de Estado, si el proceso de paz se acaba por un referendo, Colombia estaría “incumpliendo nuestra palabra como Estado” y las sanciones serían “fatales”. Con esta declaración, Petro quiso reforzar el mensaje de que el país debe honrar sus compromisos internacionales y que una ruptura del acuerdo tendría un costo político y diplomático difícil de asumir, afectando su credibilidad ante la comunidad internacional.
En este contexto de debates internos y retos internacionales, el presidente quiso dejar claro que su gobierno se concentrará en los meses que restan de su mandato y que su responsabilidad está en asegurar una transición ordenada. “Mi gobierno terminará en la fecha estipulada y mi responsabilidad se concentra en los meses que restan de mi mandato”, subrayó el jefe de Estado, reafirmando su compromiso con el cumplimiento de la Constitución.