El presidente Gustavo Petro anunció este sábado una nueva estrategia para incentivar la desmovilización de jóvenes vinculados al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a las disidencias de las Farc. A través de su cuenta de X, el mandatario ofreció acceso gratuito a la educación superior y trabajo social remunerado como alternativas para aquellos que abandonen las armas y se sumen al “gran ejército de la vida”.
“Este gobierno le entrega el poder a los jóvenes para vivir, para crear, para bailar y para construir un mundo mejor. Todo joven de las fuerzas del odio que deje las armas recibirá de mí mismo la entrada gratuita a la universidad y al trabajo social”, afirmó Petro, en un mensaje dirigido especialmente a quienes militan en las filas de alias “Pablito”.
- Puede leer: Petro lidera Consejo de Seguridad en Tibú tras crisis en el Catatumbo y suspende diálogos con el ELN
El anuncio se da en un contexto crítico, marcado por la crisis humanitaria en el Catatumbo, Norte de Santander, donde los enfrentamientos entre el ELN y el Frente 33 de las disidencias de las Farc han afectado gravemente a la población civil. Petro pidió a los jóvenes de estos grupos armados “retirarse y unirse a la revolución social que busca transformar a Colombia sin el uso de las armas”.
El jefe de Estado extendió el beneficio a jóvenes en zonas excluidas por el conflicto armado. Según Petro, aquellos que estén cursando los dos últimos años de secundaria en estas regiones podrán integrarse al trabajo social remunerado y acceder a estudios superiores, con el propósito de brindar oportunidades que prevengan su vinculación a grupos armados.
En paralelo a estas iniciativas, el Gobierno Nacional intensificó su búsqueda de los cabecillas del ELN responsables de la crisis en el Catatumbo. El Ministerio de Defensa publicó un cartel con los nombres de Nicolás Rodríguez Bautista (alias Gabino), Eliécer Herlinto Chamorro (alias Antonio García), Gustavo Aníbal Giraldo Quinchía (alias Pablito) e Israel Ramírez Pineda (alias Pablo Beltrán). Las autoridades ofrecen recompensas de hasta 3.000 millones de pesos por información que permita su captura.
La propuesta de Petro ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos sectores políticos y sociales aplauden el enfoque en la educación y el empleo como herramientas de paz, otros cuestionan la viabilidad de implementar estas medidas en medio de la persistente violencia en el territorio.
Con esta estrategia, el Gobierno busca atacar las raíces del conflicto, ofreciendo alternativas reales a los jóvenes que han sido cooptados por los grupos armados. Sin embargo, el éxito de estas políticas dependerá de su implementación efectiva y de la capacidad del Estado para garantizar la seguridad y estabilidad en las regiones más golpeadas por el conflicto.