El presidente Gustavo Petro restó importancia a la decisión del Departamento de Estado de EE.UU. de retirarle la visa, afirmando que su prioridad es la movilización política en Ibagué el próximo 3 de octubre. Desde Bogotá, cuestionó la política exterior norteamericana y defendió su llamado a los soldados de EE.UU. a desobedecer órdenes de guerra.
El presidente Gustavo Petro reaccionó en la madrugada de este sábado a la decisión del Departamento de Estado de Estados Unidos de revocarle la visa. La medida se dio luego de que, en un mitin en Nueva York, el mandatario colombiano invitara a los soldados norteamericanos a desobedecer al entonces presidente Donald Trump, lo que fue considerado por Washington como una injerencia inaceptable. La noticia lo sorprendió apenas aterrizó en Bogotá y encendió nuevamente el debate sobre sus relaciones con ese país.
En un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter), Petro aseguró que la decisión no le afecta, pues su prioridad inmediata está en Colombia. “Llegué a Bogotá y me encuentro que ya no tengo Visa EE.UU. Para ir a Ibagué a la gran concentración tolimense por la democracia no necesito Visa”, escribió, confirmando su presencia en un evento político que se desarrollará en el Parque Manuel Murillo Toro el próximo viernes 3 de octubre.
La concentración en Ibagué se perfila como un acto masivo de respaldo a su Gobierno, según voceros del Pacto Histórico. La convocatoria se enmarca en la estrategia de movilización ciudadana previa a la consulta interna de la colectividad, lo que refleja la intención del presidente de afianzar la cohesión de sus bases en medio de crecientes críticas de la oposición. El lugar elegido para la concentración, frente a la Gobernación del Tolima, también envía un mensaje político, dado que Adriana Matiz, actual mandataria departamental, ha sido una de sus más férreas opositoras.
Pese a restarle importancia a la revocatoria de la visa, Petro no dejó de arremeter contra Washington. En otro de sus mensajes aseguró que la decisión norteamericana buscaba favorecer intereses oscuros. “Separar a EE.UU. de Colombia es lo que necesitan las mafias. Lo que hace el gobierno de EE.UU. conmigo rompe todas las normas de inmunidad en que se basa el funcionamiento de las Naciones Unidas y su Asamblea General”, escribió, elevando así el tono de sus críticas hacia la política exterior estadounidense.
El mandatario también cuestionó la decisión de la ONU de no permitir la entrada de la Autoridad Palestina a la Asamblea General, vinculando este hecho con la revocatoria de su visa. “El que no se haya permitido la entrada a la Autoridad Palestina y el que se me quite la Visa por pedirle al ejército de EE.UU. y de Israel que no apoyen un genocidio, que es un crimen contra la humanidad toda, demuestran que el gobierno de EE.UU. ya no cumple con el derecho internacional”, afirmó Petro, en una postura que generó reacciones divididas en el ámbito diplomático.
Para Petro, la decisión de Estados Unidos no solo tiene implicaciones personales, sino que representa un cuestionamiento a los principios que rigen las relaciones internacionales. Al señalar que Washington viola las normas de inmunidad diplomática, el presidente se posicionó como un líder crítico del orden mundial actual y reiteró su rechazo a las guerras que, según él, alimentan intereses económicos ligados al poder militar y corporativo.
En medio de esta controversia, el mandatario insistió en que no necesita viajar al país norteamericano para impulsar sus ideas. Su apuesta se centra en fortalecer la democracia colombiana desde las plazas públicas, en un estilo que recuerda sus discursos de campaña. La concentración en Ibagué será un escenario clave para medir el nivel de respaldo ciudadano en un departamento con fuerte presencia de oposición y donde su Gobierno ha enfrentado múltiples cuestionamientos.
Finalmente, Petro sugirió que Naciones Unidas debería reconsiderar a Nueva York como sede de su Asamblea General, dado que, a su juicio, la postura de Estados Unidos no garantiza la imparcialidad ni el respeto al derecho internacional. Con este pronunciamiento, el jefe de Estado colombiano no solo profundiza su distanciamiento con Washington, sino que busca proyectar su figura como un líder global crítico de las potencias occidentales.
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