El mandatario defendió el reciente bombardeo en Guaviare donde murieron seite menores edad ilegalmente reclutado por las disidencias FARC, y a su vez, Petro aseguró que continuará con las operaciones militares cuando, según él, estas salven más vidas de las que pone en riesgo.
Ante los cuestionamientos, el presidente defendió públicamente la operación y sostuvo que actuó en su calidad de comandante supremo de las Fuerzas Militares. En su declaración, afirmó que toma decisiones “con la mayor información posible” y con el objetivo de proteger tanto a la tropa como a la población civil, incluso en escenarios de guerra que considera complejos y de alto riesgo.
Petro insistió en que su responsabilidad como jefe de Estado implica minimizar las muertes de los soldados y defender la vida en todos los frentes del conflicto. En su mensaje aseguró que “la lucha es por una Colombia libre para todas y todos”, y reiteró que continuará ordenando operaciones militares cuando determine que estas pueden salvar más vidas de las que ponen en riesgo. El mandatario también señaló que algunos sectores lo critican por su apuesta por los acuerdos de paz y por su política de negociación, situación que, según él, es utilizada para atacarlo políticamente.
El mandatario recordó que durante su Gobierno ha ordenado 12 bombardeos contra estructuras criminales y que en todos los casos ha dado instrucciones claras a la inteligencia militar para verificar la presencia de menores de edad antes de cualquier operación. Sostuvo que solo autoriza ataques cuando los mandos de los grupos armados están presentes en actitud ofensiva contra el Estado y la sociedad. Para Petro, evitar los bombardeos de manera permanente incrementa el riesgo de reclutamiento forzado de menores por parte de estas organizaciones armadas.
En su pronunciamiento, aseguró que los grupos ilegales utilizan a los niños como escudos humanos porque creen que eso impide la actuación de la Fuerza Pública, una práctica que calificó como una grave violación al Derecho Internacional Humanitario (DIH). Petro defendió que este tipo de operaciones militares busca contrarrestar esa lógica y evitar que continúe la utilización de menores en el conflicto. Asimismo, enfatizó que la protección de la niñez debe ser una prioridad en cualquier escenario de confrontación armada.
El presidente rechazó comparaciones que han surgido entre el bombardeo en el Guaviare y ataques en zonas de conflicto internacional como Gaza o episodios ocurridos en Putumayo y el Caribe colombiano. En sus palabras, estos escenarios no son equiparables porque allí –según él– se han atacado civiles desarmados con armamento más letal, mientras que la operación en Colombia se dirigió contra columnas de las disidencias de alias Mordisco en plena ofensiva. Esa diferencia, afirmó, es fundamental para comprender el contexto en el que se produjo la acción militar.
La controversia escaló luego de que el Congreso solicitara explicaciones formales sobre la muerte de los siete menores durante el bombardeo. Aunque la oposición ha cuestionado con dureza la justificación del Gobierno, el presidente aseguró que no violó el principio de distinción del DIH, argumento que reiteró en un mensaje publicado en su cuenta de X. Según su versión, el operativo se realizó en una zona selvática sin presencia de civiles, lo que hacía imposible, desde su perspectiva, incurrir en una infracción de este principio humanitario.
Finalmente, Petro subrayó que seguirá tomando decisiones militares cuando, a su juicio, estas eviten mayores tragedias y contribuyan a salvar vidas en medio del conflicto armado. El anuncio se produce en un contexto político más tenso tras la inclusión de su nombre en la lista estadounidense, una decisión que profundiza la crisis diplomática y que podría tener repercusiones en la relación bilateral. Mientras tanto, el país continúa a la espera de las respuestas oficiales que el Gobierno deberá presentar frente al bombardeo en el Guaviare y las muertes de los menores.






