El presidente Gustavo Petro respondió con firmeza al gobierno de Donald Trump tras la descertificación de Colombia, rechazando amenazas, invitando al debate directo y defendiendo que no permitirá invasiones ni asesinatos.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, emitió un mensaje contundente en respuesta al reciente pronunciamiento del gobierno de Estados Unidos, liderado por Donald Trump, que descertificó al país en la lucha antidrogas. “A mí no me amenace, aquí lo espero si quiere”, dijo Petro, reafirmando que la soberanía colombiana no está en venta y que no aceptará invasiones, misiles ni ejecuciones desde el exterior.
Petro también extendió una invitación directa a Trump para participar de un debate abierto, “de tú a tú”, donde se pueda confrontar con cifras reales y no con lo que calificó como mentiras o informes sesgados. El mandatario aseguró que las acusaciones de Washington no reflejan los esfuerzos realizados por Colombia en incautaciones, judicialización y acciones de cooperación internacional.
Hace pocas horas, Estados Unidos afirmó que Colombia incumplió durante el último año obligaciones relacionadas con el control de drogas, lo que motivó la descertificación. Trump argumenta que ha habido un aumento en los cultivos de coca y en la producción de cocaína bajo la administración actual. Estas acusaciones han sido respondidas por Petro con datos que muestran grandes incautaciones y esfuerzos estatales sostenidos.
Uno de los puntos que resaltan los críticos de la descertificación es que, a pesar de los operativos, Colombia sigue enfrentándose a cifras históricas de cultivos de coca. Por ejemplo, un informe de AmCham Colombia reportó que, al cierre de 2023, había más de 252.572 hectáreas sembradas, lo que representó un crecimiento frente al año anterior. Petro señaló que estos crecimientos tienen raíces estructurales, incluidas políticas heredadas, y acusó a EE. UU. de no mirar esas realidades.
Petro también defendió que su estrategia ha cambiado: menos erradicación forzada y más atención a la cooperación judicial, interdicción, sustitución voluntaria y protección de los derechos humanos. A pesar de ello, los reclamos de EE. UU. apuntan a que las metas planteadas por Colombia no se han alcanzado, y que hay fallos de liderazgo o ejecución en algunos programas estatales.
El presidente resaltó que muchas de las incautaciones récord —como las 889 toneladas de cocaína en 2024— no han sido reconocidas por quienes critican sin mirar los datos completos. Además, insistió en que los daños no están dirigidos al pueblo colombiano sino a las estructuras que persisten en el tráfico y producción ilegal de drogas.
Ante estas tensiones, Petro pidió que los debates se sostengan con argumentos explícitos, transparencia y “sin mentiras”. Sugirió que si Trump necesita evidencia concreta para contrastar las afirmaciones, Colombia la proporcionará públicamente, incluso recibiendo a sus delegados para revisar datos técnicos, operativos y judiciales.
Finalmente, el mandatario manifestó que esta situación no será usada para polarizar, sino para exigir respeto diplomático y responsabilidad en las relaciones entre países. Afirmó que Colombia seguirá actuando “como país libre y soberano”, reclamando que se reconozca su papel en la lucha contra las drogas sin reducirlo a un discurso unilateral ni ideológico.











