El Coliseo Mayor, ahora llamado “La Fe en Dios,” y el Parque Deportivo, conocido como “La Gloria de Dios,” han sido bautizados de esta manera por la administración del alcalde Andrés Hurtado, lo que ha desencadenado críticas y preocupaciones sobre la separación entre la Iglesia y el Estado.
Este cambio radical de nombres ha sido calificado por muchos como un acto de fanatismo religioso que desafía la Constitución Política de Colombia.
El artículo 19 de la Constitución establece claramente la separación entre las iglesias y el Estado, garantizando la libertad de culto y prohíbe que se favorezca una religión específica por encima de otras o que se utilice la estructura estatal para promover creencias religiosas.
Además del cambio de nombres, también se ha observado una placa que parece ir en contra del olimpismo y los principios de igualdad y no discriminación que promueve el deporte internacional.
El gobierno municipal había anunciado previamente que el Parque Deportivo, objeto de la controversia, es un escenario de talla internacional que requería modernización para recibir eventos deportivos de gran envergadura, como el Mundial de Patinaje Artístico programado para este mes.
La transformación de este emblemático lugar, que incluyó la instalación de una moderna portería y la pavimentación del acceso principal, se llevó a cabo en preparación para el evento internacional. Sin embargo, esta polémica ha planteado serias preocupaciones sobre la relación entre lo religioso y lo deportivo en el ámbito público y si estas acciones están en sintonía con los principios constitucionales que rigen a Colombia. El debate sobre la separación entre la Iglesia y el Estado, así como la relación entre religión y deporte, promete continuar en Ibagué en los próximos días.