Líderes sociales y campesinos temen un retroceso en la paz y el desarrollo del departamento ante el nombramiento del general en retiro. Piden diálogo y estrategias de inversión en vez de militarización.
La reciente designación del general en retiro Eduardo Zapateiro como asesor de seguridad en la Gobernación del Tolima ha generado preocupación entre líderes sociales y campesinos del departamento. En diálogo con LAOTRAVERDAD.CO, Danelly Camacho, integrante de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Tolima, expresó su inquietud por las posibles implicaciones de esta decisión en la estabilidad de la región.
Camacho recordó que el Ejército en el Tolima está compuesto en gran parte por hijos de campesinos, quienes ingresan a las fuerzas militares ante la falta de oportunidades educativas y laborales. “Para muchos jóvenes, el Ejército o la Policía representan una oportunidad de estabilidad, pero también están sujetos a cumplir órdenes militares”, señaló.
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Uno de los principales temores de la comunidad es que la presencia de Zapateiro en la Gobernación pueda traer de vuelta episodios de violencia, como los falsos positivos que marcaron la historia del país. “No queremos que ocurra lo que ha pasado en otras regiones como la Costa Caribe o el Catatumbo, donde los campesinos han tenido que huir de sus tierras por la violencia”, advirtió Camacho.
Además, la líder sindical destacó que el departamento ha avanzado en la confianza entre la comunidad y las instituciones, especialmente en los municipios PDET (Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial), donde se han impulsado proyectos de inversión y desarrollo rural. “Los campesinos esperan condiciones sociales dignas, no militarización. La estabilidad lograda en los últimos años no puede verse afectada por decisiones que generen miedo”, afirmó.
El Tolima ha emergido como un destino turístico en crecimiento, con iniciativas como la promoción del café de Planadas, reconocido a nivel internacional. Según Camacho, el resurgimiento de la violencia podría frenar este proceso y desalentar el turismo y la inversión en la región. “Si los campesinos vuelven a ser víctimas de una guerra, la gente dejará de visitar el departamento y todo lo que hemos construido en los últimos 10 o 15 años se vendría abajo”, advirtió.
Ante este panorama, Camacho hizo un llamado a la Gobernación y al alto mando militar para establecer un diálogo con la comunidad. Según la líder sindical, la seguridad no puede centrarse únicamente en la presencia del Ejército, sino en el fortalecimiento del desarrollo social y económico. “No estamos en contra de que haya un asesor, pero debe ser alguien que genere confianza en las comunidades y que busque soluciones estructurales para el departamento”, puntualizó.
La falta de inversión en infraestructura rural es otra de las preocupaciones expresadas por Camacho. “Las carreteras en el campo siguen siendo caminos intransitables, el comercio no tiene garantías y los jóvenes no encuentran oportunidades en el agro. Si no hay desarrollo, muchos terminan en el Ejército por necesidad, y ahí es donde vienen las órdenes que ponen en riesgo sus vidas”, explicó.
Finalmente, la dirigente sindical reiteró que la ciudadanía del Tolima está alarmada ante la posibilidad de un recrudecimiento de la violencia. “No queremos más guerra, queremos inversión, estrategias para el desarrollo y herramientas para la comunidad. Necesitamos un gobierno que trabaje por la paz y la prosperidad, no por el miedo”, concluyó.