Durante el cierre del evento “Gobierno con el Pueblo en el Pacífico”, el presidente Gustavo Petro arremetió contra el fiscal Francisco Barbosa, acusándolo de buscar su destitución y desafiando las competencias constitucionales del ente investigador. Petro declaró que el fiscal, en un acto de desesperación, podría intentar enjuiciar a varios miembros de su gobierno.
“Nos quieren echar otra vez. Lo advierto, el fiscal en su desespero, porque algo ocultan, que no quieren cumplir con la constitución va a intentar coger presos e iniciar procesos a varios de ustedes”, afirmó el presidente desde Quibdó, Chocó. Estas palabras reflejan un claro enfrentamiento entre el poder ejecutivo y judicial en Colombia.
Petro no solo acusó al fiscal de intentar socavar su gobierno, sino que también lanzó señalamientos de corrupción dentro de la Fiscalía, alegando que se protegen a sí mismos y a las mafias del país. “Algunos periodistas han descubierto que en la fiscalía hay roscas en más alto nivel que están protegiendo a la mafia en Colombia y no los investigan”, afirmó Petro, generando preocupaciones sobre la integridad de la institución.
“Porque me está investigando es a mí. Y a mí me importa un comino que me investigue, lo que pasa es que la constitución dice que él no tiene la competencia para investigarme. Se lo hace por los lados y se burla de la constitución y está ejerciendo una sedición”, enfatizó Petro, subrayando su posición.
Estas declaraciones profundizan la tensión entre el Ejecutivo y el sistema judicial en Colombia, planteando interrogantes sobre la independencia de las instituciones y la estabilidad política en el país.