La Federación Nacional de Cafeteros de Colombia informó que la producción cafetera del país cerró 2024 con un incremento del 23% respecto al año anterior, consolidándose como la mejor cifra registrada en los últimos cinco años. La actividad generó un valor preliminar de 16 billones de pesos, equivalentes a 3.694 millones de dólares.
En diciembre, la producción alcanzó los 1,79 millones de sacos, lo que representó un aumento del 47% frente al mismo mes de 2023. Este logro ratifica a Colombia como el principal productor mundial de café arábigo suave lavado, una actividad que beneficia a más de 560.000 familias caficultoras en todo el territorio nacional.
En el Quindío, este crecimiento tuvo un impacto significativo. Faber Buitrago, dirigente gremial cafetero, destacó que la buena cosecha permitió la contratación de cerca de 8.000 trabajadores bajo condiciones laborales dignas y con pagos justos. Además, la actividad cafetera dinamizó la economía regional en aproximadamente 300.000 millones de pesos durante 2024.
Según Buitrago, todos los municipios del Quindío contribuyeron a este resultado. No obstante, enfatizó que el sostenimiento de estas cifras depende de factores internacionales como la economía de grandes exportadores como Brasil y Vietnam, así como de la preparación para enfrentar retos climáticos, plagas como la broca y otros aspectos que puedan afectar los cultivos.
La Federación Nacional de Cafeteros instó a los caficultores a reinvertir en sus cultivos, abonarlos y prepararse para la próxima cosecha, prevista para marzo de 2025. Este llamado busca garantizar la sostenibilidad de la producción ante los desafíos del cambio climático y las variaciones en el mercado global.
Con este panorama, el sector cafetero continúa siendo un pilar fundamental de la economía colombiana, no solo por el valor de sus exportaciones, sino también por la generación de empleo y la activación de economías regionales como la del Quindío, que cada vez fortalecen su protagonismo en la producción nacional.
A futuro, las proyecciones son optimistas. Se espera que las condiciones favorables se mantengan, permitiendo un mayor crecimiento en 2025 y consolidando a Colombia como un referente mundial en la producción de café de alta calidad.