En el corregimiento El Bosque, municipio de Murillo (Tolima), se recolectó una auyama de 106 libras cultivada orgánicamente. La hazaña resalta la fortaleza agrícola de la zona, aunque la comunidad pide mejorar las vías de acceso para aprovechar mejor sus productos.
En la zona rural de Murillo, específicamente en el corregimiento El Bosque, campesinos locales se llevaron las felicitaciones luego de cosechar una auyama que alcanzó un peso sorprendente: 106 libras (equivalente a cuatro arrobas y seis libras), cultivada de manera orgánica.
La auyama proviene de la finca La Granja, propiedad de Gerardo Peña, y fue llevo tres meses sembrada aproximadamente hasta su recolección. Armando Peña, hijo del propietario, explicó que la siembra hizo gala del cuidado tradicional, sin uso de químicos, lo que añade valor al producto.
Este hallazgo ha generado curiosidad en redes sociales y medios locales, que la destacan como una de las auyamas más grandes recogidas en la región. Aunque no hay confirmación oficial de récord nacional, la noticia moviliza al municipio y al departamento por el orgullo campesino.
Para los habitantes, esta cosecha no solo representa un logro productivo, sino también un símbolo de la fertilidad de la tierra y del compromiso de los agricultores de Murillo con la agroecología. El campesinado considera que esfuerzos como este pueden dinamizar la economía local si tienen mejores condiciones de comercialización.
Sin embargo, no todo es positivo. Una de las mayores dificultades para los campesinos de El Bosque es la precaria conectividad vial. Algunos tramos requieren hasta tres horas de viaje para llegar a Murillo, y el acceso es más complicado en temporadas de lluvias, lo que encarece transporte y dificulta que productos como esta auyama lleguen frescos al mercado.
La comunidad también destacó que cultivos como el lulo, maíz y arracacha también se siembran en la finca La Granja, pero muchas veces enfrentan pérdidas o bajos precios, atribuibles no solo al transporte sino al estado de las vías y al acceso desigual a mercados más amplios.
Para Armando Peña y otros agricultores, esta auyama gigante es una prueba de que el campo puede producir grandes resultados con métodos naturales, si recibe apoyo institucional en infraestructura, comercialización, y asistencia técnica. Ven en este cultivo un llamado a valorar más a los campesinos y su aporte a la seguridad alimentaria local.
Finalmente, muchos esperan que este tipo de noticias sirvan para impulsar políticas públicas que favorezcan el agro orgánico y la productividad en municipios como Murillo. Si bien la auyama ya es motivo de celebración, la comunidad sabe que el verdadero reto será transformar ese orgullo en beneficios sostenibles para todos.