En el remoto sector de Pico de Oro, ubicado en el pintoresco Cañón del Combeima, una tragedia golpea a la comunidad tras el colapso del puente que históricamente los unía con la vereda El Secreto. Residentes del área, consternados por lo ocurrido, expresaron su indignación y señalaron una presunta negligencia por parte de las autoridades locales como la causa principal de esta emergencia.
Según relatos de testigos presenciales, la caída del puente era una tragedia anunciada, ya que desde hace más de dos años se había denunciado su mal estado a las autoridades pertinentes, sin que se tomaran medidas efectivas al respecto. La falta de atención y la ausencia de inversiones en el mantenimiento de la infraestructura pública han dejado a la comunidad desamparada y expuesta a situaciones de riesgo como la que acaban de experimentar.
Luis Daniel Lizarazo, uno de los habitantes afectados, lamentó la inacción de las autoridades locales, recordando que eventos similares en el pasado no habían sido suficientes para motivar acciones preventivas. La caída del puente, aunque no dejó víctimas mortales ni heridos, ha generado un severo impacto en la vida diaria de las familias afectadas, quienes ahora se enfrentan a dificultades logísticas adicionales y a la incertidumbre sobre su seguridad en el futuro.
Henry García, otro residente del área, respaldó estas afirmaciones al señalar que el puente estaba en un estado de deterioro evidente desde hace varios años, sin que se tomaran medidas efectivas para abordar esta situación. La comunidad exige respuestas urgentes por parte de las autoridades competentes y medidas que garanticen la seguridad y el bienestar de todos los afectados.
La caída del puente Pico de Oro es un triste recordatorio de la importancia de la prevención y el mantenimiento adecuado de la infraestructura pública, así como de la necesidad de una respuesta efectiva por parte de las autoridades ante las advertencias de la comunidad. En un momento de crisis como este, la solidaridad y la colaboración entre los habitantes y las autoridades son fundamentales para superar los desafíos y reconstruir lo que se ha perdido.