La manifestación en el Parque Deportivo de Ibagué escaló en tensión este lunes, luego de que manifestantes rechazaran el diálogo con funcionarios del IMDRI y exigieran la presencia directa de la alcaldesa Johana Aranda. La comunidad deportiva asegura que el nuevo cobro del parqueadero afecta gravemente la asistencia a los entrenamientos.
La protesta liderada por padres de familia y jóvenes deportistas en el Parque Deportivo de Ibagué se tornó tensa este lunes, tras el intento fallido de acercamiento por parte de la administración local. Los manifestantes reclaman el retiro del cobro por el uso del parqueadero dentro del complejo, medida impulsada por el Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación (IMDRI).
La situación se agravó cuando el gerente del IMDRI llegó al lugar para dialogar con los manifestantes y fue recibido con abucheos, señalamientos de “mentiroso” y finalmente desalojado del espacio. Los asistentes expresaron su inconformidad con las promesas incumplidas por la entidad y se negaron a continuar conversaciones con él.
A pesar de que la secretaria de Gobierno intentó mediar, los manifestantes reiteraron que no desbloquearán la vía interna ni levantarán la protesta hasta que la alcaldesa Johana Aranda llegue personalmente y escuche sus reclamos. Consideran que las decisiones sobre el parque deportivo deben tener en cuenta a los usuarios permanentes.
“Es inaudito que después de tantos esfuerzos para fomentar el deporte en la ciudad, ahora quieran cobrarnos por venir a entrenar. Exigimos respeto y soluciones reales”, expresó uno de los padres de familia, visiblemente molesto por el trato que sienten haber recibido por parte del IMDRI.
Los padres argumentan que el nuevo cobro, de aproximadamente $1.500 por hora, sumado a las mensualidades que ya pagan a los clubes deportivos, representa un gasto adicional injusto para las familias. Sostienen que el complejo fue creado como espacio formativo y no como fuente de ingresos por cobros indirectos.
Además, cuestionan que, mientras los niños y jóvenes enfrentan barreras económicas para entrenar, las instalaciones se arrienden para eventos masivos que nada tienen que ver con el deporte base. “Nos están quitando espacios y ahora quieren cobrarnos por lo poco que nos queda”, dijo otro vocero del grupo.
La protesta también ha afectado la movilidad interna del Parque Deportivo, causando incomodidades entre usuarios y visitantes. Algunos conductores aseguran que la situación podría haberse evitado si la administración hubiese consultado a los usuarios antes de tomar la medida.
Hasta el momento, la alcaldesa Johana Aranda no se ha pronunciado oficialmente sobre el incidente. Sin embargo, los manifestantes anunciaron que no cesarán en su reclamo hasta obtener una respuesta directa y pública por parte de la mandataria local.