Uno de los puntos más polémicos de la reforma laboral aprobada recientemente por la Cámara de Representantes es el adelanto de la jornada nocturna, que comenzaría a las 7:00 p.m. en lugar de las 9:00 p.m. Si el Senado también aprueba este cambio, los trabajadores verían un incremento en sus ingresos por dos horas adicionales de recargo nocturno, lo que generaría sobrecostos significativos para las empresas.
El Consejo Gremial ha advertido que este ajuste podría tener un impacto negativo en la competitividad de las empresas, incrementando los costos laborales y, en algunos casos, obligando a trasladar esos costos al precio final de los productos o servicios. Sectores como el comercio, la seguridad privada, la hostelería y el entretenimiento serían los más afectados por la medida, según indican los gremios.
Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, expresó su preocupación por la situación que enfrentarán los comercios que operan principalmente en horarios nocturnos, fines de semana y festivos. “La reducción de personal o la subida de precios serán las alternativas más viables para muchas empresas”, afirmó Cabal, señalando que estas decisiones impactarán tanto a las empresas como a los consumidores.
Un estudio realizado por la Asociación Colombiana de Empresas de Servicios Temporales (Acoset) reveló que adelantar la jornada nocturna implicaría para muchas empresas un incremento del 200% en los pagos por recargo nocturno, especialmente para aquellas que operan entre las 2:00 p.m. y las 10:00 p.m. Esto afectaría severamente las finanzas de las compañías que dependen de estos turnos.
Por su parte, la Asociación Colombiana de Pequeños y Medianos Comerciantes (Acopi) alertó que las MiPymes, que ya enfrentan dificultades económicas, podrían optar por informalizar el empleo o reducir operaciones nocturnas para mitigar el impacto de los mayores costos laborales. “Las pequeñas empresas ya están en una situación financiera crítica, y esta reforma podría desincentivar la formalización”, advirtieron desde Acopi.
Finalmente, una encuesta realizada por el Observatorio de la MiPyme arrojó que el 57,1% de los empresarios cree que sus costos aumentarían de aprobarse esta medida, lo que llevaría a muchos a reducir puestos de trabajo y, en algunos casos, a cerrar sus operaciones. Los gremios económicos continúan insistiendo en la necesidad de reconsiderar estos cambios en la jornada laboral.