El Senado aplazó la votación de los últimos artículos de la reforma laboral debido a la salida de la bancada uribista, que se retiró para acompañar al senador Miguel Uribe, cuyo estado de salud es extremadamente delicado. Solo faltan 12 artículos para su aprobación definitiva.
El Senado de la República levantó la sesión del lunes 16 de junio en la que se discutía la reforma laboral en su último debate. La decisión fue tomada por el presidente de la corporación, Iván Cepeda, quien propuso dar tiempo para buscar un acuerdo que permita votar los 12 artículos restantes en bloque.
La jornada legislativa estuvo marcada por el retiro de los 11 senadores del Centro Democrático y cuatro del Partido Liberal, quienes se dirigieron a la Clínica Santa Fe para acompañar al senador Miguel Uribe Turbay, hospitalizado en estado crítico tras una cirugía de emergencia. La gravedad del caso ha generado solidaridad entre congresistas y ciudadanos.
Durante la sesión se aprobaron cinco artículos nuevos relacionados con la formalización laboral del Programa de Alimentación Escolar (PAE), la paridad en organizaciones sociales y medidas para el crecimiento verde. También se eliminaron dos artículos por solicitud de la bancada conservadora, lo que demuestra un proceso de concertación en curso.
Horas antes, la senadora Angélica Lozano aseguró que había un “buen ambiente” para aprobar la reforma, señalando que solo faltaba el aval final del presidente Gustavo Petro. Uno de los puntos más debatidos fue la excepción temporal al recargo nocturno desde las 7 de la noche para microempresas.
Sin embargo, el presidente Petro publicó en su cuenta de X que solicitaba al Senado mantener lo aprobado en la Cámara de Representantes. “No estamos aquí para perjudicar a la gente humilde y trabajadora”, escribió el mandatario, lo que fue interpretado como una advertencia frente a posibles retrocesos en el articulado.
El embajador Armando Benedetti negó que Petro hubiera descartado el acuerdo y afirmó que aún se trabajan ajustes en la redacción de algunos temas. Añadió que no era pertinente avanzar sin la presencia del Centro Democrático y reiteró que el Gobierno busca que el Senado apruebe una versión más progresista que la de la Cámara.
El retiro de la bancada uribista fue justificado en un comunicado en el que se señala la falta de humanidad al continuar con la discusión de la reforma mientras su colega se encuentra en estado crítico. “Algunos sectores están dispuestos a pactar con el Gobierno a costa de la Constitución”, dijo el partido.
La reforma laboral debe ser aprobada esta semana, antes de que termine la legislatura el próximo 20 de junio. De no ser votada antes de esa fecha, el proyecto se hundiría, lo que implicaría un retroceso para la agenda laboral del Ejecutivo y del Congreso.
Además, mientras no se vote la reforma, no puede discutirse la consulta popular propuesta por el presidente. Si el Senado no emite concepto alguno antes del 19 de junio, el Gobierno podría argumentar jurídicamente que hay vía libre para convocarla sin objeciones del legislativo.