El senador del Centro Democrático, Ciro Ramírez, recuperó su curul tras ser liberado por orden de la Corte Suprema, pese a seguir imputado por su presunta participación en el escándalo de corrupción Marionetas II.
Ciro Ramírez, senador del Centro Democrático, regresó oficialmente a su curul en el Congreso de la República luego de que la Corte Suprema de Justicia ordenara su libertad el pasado 2 de mayo. La decisión, tomada por el magistrado Jorge Emilio Caldas, argumenta que la medida de aseguramiento ya había cumplido su objetivo, que era evitar la posible obstrucción de la justicia durante el proceso.
Ramírez había estado recluido durante un año y cuatro meses en la cárcel La Picota, tras ser imputado por presunta corrupción en el entramado político conocido como Marionetas II. Según la investigación, el senador habría hecho parte de un esquema de intercambio de favores políticos y contratos a cambio de apoyos durante el gobierno de Iván Duque.
El regreso del congresista al Senado fue solicitado por medio de una carta enviada por su abogado al presidente del Congreso, Efraín Cepeda. Con su reintegración, el Centro Democrático y sectores de oposición recuperan una ficha clave de cara a la votación de iniciativas sensibles como la consulta popular.
A pesar de haber sido liberado, el proceso judicial contra Ramírez no ha concluido. La fase probatoria ya fue cerrada y la Sala de Instrucción de la Corte Suprema está próxima a emitir un fallo que definirá si el senador es culpable o inocente de los delitos por los cuales fue imputado.
El caso Marionetas II ha sido señalado por distintos sectores como una red de corrupción que facilitó la gobernabilidad del expresidente Iván Duque mediante el otorgamiento de contratos a congresistas para asegurar su respaldo político. La participación de Ramírez en este entramado refuerza las denuncias de uso indebido del poder legislativo.
Organizaciones de veeduría ciudadana y analistas han expresado su preocupación por el impacto político de esta decisión, que si bien se ajusta a la legalidad procesal, lanza un mensaje ambiguo en medio de los reclamos de mayor transparencia en la política colombiana.
El regreso del senador reabre el debate sobre los límites de la presunción de inocencia en cargos públicos, especialmente cuando se trata de figuras con procesos judiciales abiertos por hechos de corrupción. Mientras se espera el fallo definitivo de la Corte, la opinión pública mantiene la lupa sobre el caso Marionetas y su repercusión en el Congreso.