Según informó la Fundación Para la Libertad de Prensa (FLIP) a través de su cuenta de Twitter, el sargento identificado como Caicedo, antes de que comenzara la transmisión, solicitó a un soldado que bloqueara la transmisión, a pesar de haber dado previamente el permiso al medio de comunicación. Luego, de forma agresiva, empujó al camarógrafo y ordenó a sus subalternos que se colocaran frente a la cámara para impedir la cobertura.
La situación generó indignación en la comunidad periodística y en la opinión pública. La FLIP hizo un llamado al Ejército Nacional para que ofrezca disculpas públicas por este incidente y garantice las condiciones necesarias para que los periodistas puedan ejercer su labor sin intimidación ni agresiones.
La periodista Andrea Olaya y su equipo expresaron su preocupación por este tipo de acciones que ponen en riesgo la libertad de prensa y el ejercicio del periodismo en el país. La agresión física y la obstrucción de la labor periodística son actos que vulneran la democracia y el derecho de la sociedad a estar informada.
En respuesta a la situación, los generales Ospina y Giraldo del Ejército Nacional ofrecieron disculpas personales a la periodista Andrea Olaya. Sin embargo, la FLIP insiste en la importancia de que el Ejército Nacional realice una disculpa pública y tome medidas para evitar que este tipo de acciones se repitan en el futuro.
La libertad de prensa es un pilar fundamental en una sociedad democrática y es responsabilidad de las instituciones garantizar un ambiente seguro y propicio para que los periodistas puedan realizar su labor de manera independiente y sin temor a represalias.
Este incidente ha generado un amplio debate sobre la protección de los derechos de los periodistas y la importancia de que las autoridades respeten y promuevan la libertad de expresión en Colombia. La comunidad periodística y diversas organizaciones de derechos humanos se mantienen vigilantes ante cualquier acto que atente contra la labor informativa en el país.