El joven politólogo y publicista, reconocido por su estrecha relación con Petro, ha sido objeto de críticas debido a su nombramiento como cónsul y los beneficios que sus familiares han obtenido en cargos estatales. Desde manejar las bodegas de Petro durante su campaña presidencial hasta el reciente ascenso diplomático, Guanumen ha sido señalado como un claro ejemplo de nepotismo.
La oposición no ha tardado en alzar la voz, denunciando la falta de ética y experiencia profesional de Guanumen para ocupar el cargo diplomático. Sin embargo, su designación quedó amparada en el decreto 0214 emitido el 14 de febrero de 2023.
La polémica se intensifica al conocer los contratos que varios miembros de la familia Guanumen han conseguido bajo el gobierno de Petro. El padre, Hugo Germán Guanumen, ha sido nombrado asesor del despacho del Superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios. Por su parte, las tías Lida Milena Guanumen Pacheco y Yolima Guanumen Pacheco han obtenido contratos en Colombia Compra Eficiente y la Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras, respectivamente. Incluso la hermana de Sebastián, María Alejandra Guanumen Parra, ha sido contratada como colaboradora en el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.
Este caso no es aislado en el gobierno de Petro, ya que otros funcionarios y sus familias también han sido señalados por prácticas de nepotismo. El esposo de la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, ha sido objeto de denuncias debido a los contratos millonarios que ha recibido. Además, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, cuenta con la presencia de su esposa, Beatriz Eugenia Gómez Consuegra, como superintendente delegada para prestadores de servicios de salud.
Las críticas se centran en la falta de transparencia y meritocracia en el gobierno de Petro. Los ciudadanos demandan una gestión pública basada en el mérito y la idoneidad, donde los cargos y contratos no sean utilizados como favores hacia familiares y allegados. La confianza en las instituciones se ve socavada cuando se privilegia a los cercanos al poder en lugar de garantizar la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos.
Ante este escándalo, el gobierno de Petro deberá responder a las acusaciones y tomar medidas para evitar prácticas de nepotismo en su administración. La ciudadanía exige transparencia, equidad y una verdadera meritocracia en el acceso a los cargos públicos, para asegurar que los funcionarios sean elegidos por sus capacidades y no por sus conexiones familiares.