Por: Camilo Guzmán
“Oh señor!, Bienaventurados son los sabios y los justos porqué con ellos encontrarás la humildad en los reinos de los cielos”
Así en la biblia como en muchos lugares he leído esto tantas veces, que darme cuenta que finalmente aunque sea mentira, de tanto que se repite termina siendo verdad. ¿Por que empiezo un texto como este, con una frase que “supuestamente” lo que hace es destacar las buenas bondades y dones de justicia de las personas? Por que nuestro país, se ha convertido en un país de Hipócritas, y quiero hablarte “suavecito” para que entiendas, para que la cojas con calma.
Nuestra sociedad colombiana tiene un nuevo deporte: La hipocresía, nos duele ver crecer a quien triunfa y a quien sale, quien se destaca y a quien no, justificamos la conductas de una “actriz sobre actuada” que argumenta que el maltrato físico de su pareja es lo más terrible, pero la misma señora maltrata de igual manera verbalmente y con palabras soeces, haciendo campañas ridículas de solidaridad tapándose el ojo, como eso fuera a arreglar el asunto, cuando en realidad lo que no se debe justificar ni la violencia hacia ningún género, y llamo a esto hipocresía también por que hace unos días, vilmente fue violada una niña por un perverso tipo, en donde violó, torturó y quemó a una chamaquita de apenas 9 años de nombre Génesis Rua en Fundación – Magdalena, y nunca vi una campaña de solidaridad repudiando dicho acto atroz.
Llamo hipócrita a quién juzga a una persona que consume marihuana por uso recreativo, en donde por alguna razón dicho elemento le da libertad y conciencia, y pretende que con juzgarlo y acabar con su imagen, creyendo eso dará una sociedad mejor, censuran y decomisan su dosis, cuando la verdad ese que quien lo tilda es llevado a una degradación para la sociedad, es periquero, bazuquero, se inyecta heroína, y crea su propio morbo, argumentando como el hijo y representante a la cámara de Francisco santos, hoy embajador de Colombia en estados unidos, que argumenta que “se les debe decomisar la dosis personal a la gente de ciudad Bolívar, de Venecia y los barrios del sur, pero no se les decomisará a los que la consuman de forma recreativa en el barrio Chicó,” en la zona más alta de la crema in-nata de Bogotá.
¿En donde vemos tanta hipocresía como deporte? Pues en chibchombia, nuestra hipocresía es tal que pretendemos exigirles más a un deportista cuando comete un error, tachándolo de paquete, maleta, petardo y entre otros más adjetivos, que exigirle más a un político por desangrar el país, como el caso de Reficar, Odebrecth, Cerrejon, entre otros, vivimos del pan y circo y nos encanta despotricar las buenas acciones de los demás.
Nos creemos los más bravos para votar, para elegir pésimos y desastrosos gobernantes, detestamos las protestas por que según “solo son para formar alboroto” nos da risa las frases de una senadora deprimente que insulta a los estudiantes, diciéndoles “estudien vagos” alguno que otro se indigna, pero no tienen los cojones para salir a protestar con los estudiantes por la lucha de la educación, por la degradación que cada año le hace a la educación superior los múltiples gobiernos que han pasado por este país, que desangran y dejan como un culo a este país, pues quienes verdaderamente sacan la cara por nuestra sociedad, son los estudiantes que a pesar de tener pocos recursos obtienen altas calificaciones en concursos y escalafones internacionales.
Ser hipócrita debería ser catalogado como deporte nacional, nos encanta el chisme y hacer campañas estúpidas y virales sin sentido, pero por las verdaderas causas ni siquiera nos vemos en la obligación y nos da pereza levantarnos del sillón y apagar el televisor para al menos tener un poco de tiempo para leer e informarnos de las verdadera realidad colombiana, preferimos vernos reflejados en la serie de la puta, o del narco, mas bien los dejo con su triste realidad ya que todo lo que he escrito aquí no es realidad !Estoy siendo hipócritas con ustedes!
Hasta luego.