La ofensiva de los medios tradicionales contra RTVC Noticias evidencia una guerra mediática en Colombia. La permanencia de Holman Morris como director ha sido cuestionada, e incluso se han promovido ataques contra el medio público. Se exige la intervención de la FLIP y la Fiscalía para frenar la censura y la manipulación informativa. La desinformación y la retórica de odio afectan la ética periodística y profundizan la polarización. Esta situación plantea una pregunta clave: si esto ocurre con RTVC Noticias, ¿qué les espera a los medios alternativos?
Durante un proceso distinto al de la hegemonía colombiana en los medios de comunicación, se han evidenciado graves ataques, reflejando una guerra abierta de los medios tradicionales contra RTVC Noticias. Lo sucedido en los últimos días con esta entidad, sumado al anuncio de su director, Holman Morris, deja en evidencia que muchos medios hegemónicos del país no desean que él continúe en su cargo.
Incluso, se ha llegado al extremo de incentivar acciones violentas contra las instalaciones de los medios públicos, lo cual resulta preocupante. Es evidente que desde algunos medios privados se está impulsando una agenda que busca coartar la existencia de RTVC Noticias, un servicio público financiado con los impuestos de todos los colombianos.
Es urgente que la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) intervenga y se pronuncie al respecto. No se puede seguir tolerando una acción de censura tan grave. Basta ya de declaraciones tibias; se necesita un comunicado contundente que siente un precedente sobre la protección del sistema de medios públicos.
Asimismo, la Fiscalía General de la Nación debe investigar cómo se está manipulando la información para llevar la situación al extremo, al punto de atacar sin escrúpulos un medio público. Todo esto con el fin de imponer una narrativa vacía de odio, que no contribuye a una sociedad más informada.
Los bulos, la desinformación y las guerras mediáticas se han convertido en parte del día a día del periodismo. Lo más lamentable es que esto provenga de supuestos colegas que dicen defender la libertad de prensa. En su afán por mostrarse como guardianes de la verdad y la democracia, terminan promoviendo una retórica peligrosa y perjudicial para el ecosistema informativo.
Este tipo de ataques no solo atentan contra un medio público, sino que también incrementan la desinformación en un país ya de por sí polarizado. Colombia necesita que sus medios de comunicación trabajen con ética y responsabilidad, en lugar de ser usados como herramientas de persecución ideológica.
Si esto le ocurre a RTVC Noticias, un medio público con respaldo estatal, ¿qué nos espera a los medios alternativos?