El Servicio Geológico Colombiano informó que el movimiento telúrico se registró a las 11:13 de la noche del 27 de octubre, con epicentro a 12 kilómetros de Coello y una profundidad superficial menor a 30 kilómetros. No se reportaron daños ni emergencias.
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) reportó un sismo de magnitud 3.2 en la escala de Richter ocurrido a las 11:13 de la noche del lunes 27 de octubre, con epicentro en el municipio de Piedras, Tolima. Según el boletín oficial, el evento tuvo una profundidad superficial, es decir, menor a 30 kilómetros, lo que facilitó que fuera perceptible en municipios cercanos del centro del departamento.
El movimiento sísmico se localizó a 12 kilómetros del municipio de Coello, en coordenadas 4.36 de latitud y -74.97 de longitud. Habitantes de Ibagué, Alvarado y San Luis reportaron haber sentido el temblor con una leve vibración en ventanas y objetos colgantes, aunque sin consecuencias materiales ni humanas. Las autoridades locales confirmaron que no se registraron daños estructurales ni interrupciones en los servicios públicos.
De acuerdo con el SGC, este tipo de sismos de baja magnitud son comunes en la región andina, donde confluyen varias fallas geológicas activas, entre ellas la falla de Ibagué y la de Algeciras. Aunque no generan emergencias mayores, estos eventos sirven como recordatorio de la importancia de mantener actualizados los planes de gestión del riesgo en cada municipio y de promover la educación sísmica entre la ciudadanía.
Por su parte, organismos de socorro como la Defensa Civil y los Bomberos de Ibagué realizaron un monitoreo preventivo en las zonas donde se sintió el temblor, confirmando la normalidad en las actividades nocturnas. En redes sociales, varios ciudadanos compartieron sus experiencias, reportando que el sismo fue corto, pero claramente perceptible en algunos barrios del norte de la capital tolimense.
El Servicio Geológico Colombiano continuará realizando seguimiento a la actividad sísmica en la región, recordando que Colombia es un país con alta amenaza sísmica debido a su ubicación sobre el cinturón de fuego del Pacífico. Las autoridades recomiendan conservar la calma, conocer las rutas de evacuación y reportar cualquier daño estructural ante los organismos de gestión del riesgo.











