Con más de $70.000 millones invertidos y múltiples adiciones presupuestales, la comunidad denuncia el abandono de la obra en la vía Ibagué-Rovira, mientras la Gobernación guarda silencio sobre el futuro del polémico puente de Tienda Nueva.
La construcción del puente vehicular en el sector Tienda Nueva, ubicado en la vía que comunica a Ibagué con Rovira, se ha convertido en un símbolo del abandono institucional y la ineficiencia administrativa. A pesar de los millonarios recursos invertidos, la obra sigue inconclusa, generando inconformidad entre los habitantes de zonas como El Encanto y Manantiales, quienes exigen respuestas concretas.
El contrato fue adjudicado en noviembre de 2023 al Consorcio Puente Rovira 134, liderado por Juan Carlos Ramírez Ospina, con un valor inicial de $6.685 millones. Además, se suscribió un contrato de interventoría para supervisar la ejecución técnica, administrativa, financiera y ambiental del proyecto. Sin embargo, el avance físico en el terreno es casi nulo.
“No fueron capaces de arreglar en tanto tiempo la caída del pedazo del puente de Tienda Nueva. Esta es la hora y no hicieron nada”, expresó un ciudadano de la zona que prefirió mantener el anonimato. La molestia generalizada crece a medida que pasan los meses y no se ven resultados tangibles, pese a los anuncios oficiales, le dijo a Ambeima Stereo.
Las cifras hablan por sí solas. Solo en julio de 2023, la Gobernación del Tolima adicionó $2.082 millones para reactivar la obra, que llevaba casi un año suspendida. A eso se sumó otra adición posterior de $10.500 millones destinada a la construcción de un viaducto en el mismo sector. Pero en el terreno, lo que se observa es abandono, maleza y promesas rotas.
La pavimentación de los 23,2 kilómetros de la vía Ibagué-Rovira también ha estado plagada de sobrecostos y ajustes contractuales. En total, se estima que el proyecto ha costado más de $70.000 millones. La primera etapa tuvo una inversión de $25.162 millones, mientras que la segunda alcanzó los $23.505 millones, con adiciones que superan los $11.500 millones.
Las interventorías técnicas han sido adjudicadas por separado en cada fase del proyecto. En la primera, se inició con un contrato de $1.872 millones que terminó en $3.282 millones. En la segunda fase, también se suscribió una nueva interventoría, sin que hasta el momento se conozcan los informes que den cuenta del control sobre el avance o el uso de los recursos.
“¿Dónde están las obras? ¿Dónde está la plata? ¿Dónde la interventoría? ¿Y la veeduría?”, son las preguntas que lanzan los habitantes de la zona, cansados de promesas incumplidas. Edison Peralta González, ex personero de Rovira y expresidente de la Asociación de Usuarios Campesinos, también se sumó a los cuestionamientos, recordando que esta obra debía mejorar la conectividad para cientos de productores rurales.
Hoy, Tienda Nueva representa un claro ejemplo del desprecio institucional hacia las comunidades rurales del sur del Tolima. Una obra inconclusa, una inversión multimillonaria y la ausencia de respuestas hacen del puente un auténtico elefante blanco, que los ciudadanos ya han bautizado con sarcasmo: “Olafo”.