La segunda temporada de lluvias mantiene al Tolima bajo alerta máxima: ocho municipios se encuentran en nivel rojo por riesgo de deslizamientos.
Andrea Mayorquín, directora de Gestión del Riesgo departamental, confirmó la persistencia del fenómeno de La Niña hasta diciembre de 2025 y advirtió sobre la saturación de las vías con hasta 60 deslizamientos reportados en una sola localidad. La Gobernación articula la respuesta, priorizando puntos críticos y reforzando la prevención comunitaria.
El departamento del Tolima enfrenta un escenario de riesgo intensificado debido a la prolongación de la segunda temporada de lluvias, que ha encendido las alarmas en gran parte de su territorio. La directora de Gestión del Riesgo, Andrea Mayorquín, confirmó que el seguimiento es constante desde el centro de monitoreo de la Gobernación, manteniendo una comunicación fluida, tres veces al día, con los 47 Consejos Municipales de Gestión del Riesgo para evaluar las afectaciones.
Los reportes de las últimas jornadas revelan un panorama complejo, especialmente en las zonas rurales. Mayorquín destacó que, si bien se han presentado afectaciones puntuales como la emergencia en el sector de El Calvario en el municipio de Dolores, la principal preocupación se centra en la red vial departamental, que sufre el impacto de la saturación de los suelos.
La magnitud de los problemas de movilidad es significativa: la directora señaló que hay municipios que han reportado hasta 60 deslizamientos en su jurisdicción. Esta cifra obliga a la Dirección de Gestión del Riesgo a trabajar en articulación con las alcaldías y la Secretaría de Infraestructura, concentrando los esfuerzos en la priorización de los puntos críticos para la recuperación de las vías con la maquinaria disponible.
Un factor que intensifica la alarma es la confirmación oficial del fenómeno de La Niña. Según los principales centros de meteorología mundial y el IDEAM, estas condiciones se mantendrán vigentes hasta diciembre de 2025 y se espera una atenuación gradual hasta febrero de 2026, con una posible transición a la neutralidad entre enero y marzo de 2026.
Esta previsión climática implica un cambio notable en el inicio de las temporadas críticas del departamento. A diferencia de años anteriores, cuando la sequía y los incendios forestales eran la amenaza principal, el Tolima ahora debe prepararse para un periodo extendido de precipitaciones intensas, con el consecuente aumento del riesgo de movimientos en masa e inundaciones.
Actualmente, el panorama de alertas se distribuye de la siguiente manera, según los pronósticos del IDEAM: el departamento tiene un municipio en alerta naranja por incendio (San Balema), pero la mayor preocupación recae en los deslizamientos, con once municipios en alerta naranja y ocho en alerta roja.
Los municipios que se encuentran en el nivel más alto de riesgo, la alerta roja, por deslizamientos son: Ataco, Cunday, Dolores, Mariquita, Honda, Prado, Purificación y Villarrica. Esta concentración de alertas se enfoca principalmente en el suroriente y oriente del departamento, zonas que requieren la máxima precaución por parte de sus habitantes.
Adicionalmente, se registran cinco alertas naranjas hidrológicas, concentradas en el centro y sur del Tolima, lo que indica un riesgo inminente de crecientes y desbordamientos en los principales cuerpos de agua. Por ello, la Gobernación hace un llamado a la prevención y a la acción comunitaria.
Finalmente, Mayorquín destacó la importancia de la prevención y la articulación con líderes sociales. La Dirección de Gestión del Riesgo apoya activamente las labores con presidentes de Juntas de Acción Comunal para realizar la limpieza de quebradas, sumideros y la recolección de inservibles. Recordó a la comunidad la línea habilitada para reportar cualquier emergencia: 313-293-4649, garantizando una respuesta coordinada en la medida de las posibilidades departamentales.
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