El Departamento Nacional de Planeación reveló el más reciente Índice de Desempeño Fiscal, donde nueve municipios del Tolima, incluida la capital Ibagué, se ubicaron entre los de menor calificación en sostenibilidad financiera. El informe mide aspectos como balance fiscal, transferencias, endeudamiento y capacidad de inversión.
El Departamento Nacional de Planeación (DNP) presentó los resultados del Índice de Desempeño Fiscal más reciente, revelando cifras poco alentadoras para el Tolima. Nueve de sus municipios se encuentran entre los de menor calificación en el país, lo que evidencia una débil gestión financiera y dificultades en la sostenibilidad de sus recursos públicos.
Dentro de la lista publicada por el DNP se encuentra Ibagué, bajo la administración de Johana Aranda, junto a municipios como Valle de San Juan, Ataco, Líbano, Fresno, Icononzo, Cunday, Villarrica y Dolores. Cada uno de estos territorios presentó deficiencias en la manera en que se manejan las finanzas locales, lo que genera preocupación sobre su capacidad para ejecutar obras y programas en beneficio de la comunidad.
El Índice de Desempeño Fiscal mide variables clave como el balance presupuestal, la dependencia de transferencias nacionales, los niveles de endeudamiento y la capacidad de inversión. Según el informe, los municipios con bajos puntajes suelen mostrar fragilidad financiera, lo que compromete el desarrollo de proyectos y limita la autonomía de las administraciones locales.
En el caso de Ibagué, ciudad capital del departamento, el bajo desempeño ha llamado especialmente la atención debido a su importancia regional. El resultado genera inquietud sobre la manera en que se están administrando los recursos en una ciudad que concentra gran parte de la actividad económica y social del Tolima.
Por su parte, municipios como Ataco, Líbano y Fresno, que han enfrentado históricamente problemas relacionados con el conflicto armado y con limitaciones en infraestructura, ahora se suman a esta lista de bajo desempeño, lo que pone en evidencia la necesidad de fortalecer los esquemas de gestión pública y de acceso a recursos propios.
El informe también señaló que la dependencia de transferencias de la Nación es uno de los principales factores que explican las bajas calificaciones. En varios de estos municipios, más del 80% de los ingresos dependen de las transferencias, lo que reduce la capacidad de generar inversión propia y limita la autonomía en la toma de decisiones fiscales.
Expertos han advertido que un mal desempeño fiscal no solo implica debilidades en la administración de los recursos, sino que también afecta directamente a la ciudadanía, al reducir la capacidad de ejecutar proyectos en salud, educación, infraestructura y programas sociales. Esto puede profundizar las brechas de desigualdad y afectar la confianza de los habitantes en sus mandatarios.
Finalmente, el DNP insistió en que el Índice de Desempeño Fiscal debe servir como herramienta para mejorar la gestión de los recursos públicos. Los municipios del Tolima que aparecen en el listado tienen el reto de implementar planes de ajuste que fortalezcan su sostenibilidad financiera, mejoren la eficiencia en el gasto y garanticen una mayor inversión en beneficio de sus comunidades.