El secretario de Seguridad, Alfredo Bocanegra, y Cortolima decretaron veda de materiales tradicionales tras advertir que estructuras improvisadas ponen en riesgo la vida de los asistentes.
El secretario de Seguridad del Tolima, Alfredo Bocanegra, pidió a los alcaldes evitar la instalación de palcos y corralejas improvisadas en las próximas fiestas de San Juan y San Pedro. “Ojalá no palcos, ojalá no corralejas”, fue su contundente llamado de prevención.
La advertencia surge de un consenso entre el Consejo Departamental de Seguridad, la Oficina de Gestión del Riesgo, Cortolima y autoridades nacionales. Todos coinciden en que la mezcla de aglomeraciones, estructuras inestables y falta de regulación puede resultar letal.
La directora de Cortolima determinó la veda de guadua y otros materiales usados habitualmente para construir estas plataformas. La medida, explicó Bocanegra, “no solo es ambiental, también es preventiva de seguridad pública”.
Los palcos y corralejas de guadua —bambú local— carecen de estudios de ingeniería y sellos de seguridad, lo que incrementa el riesgo de colapsos en medio de las celebraciones populares. Cortolima advierte además sobre el daño ecológico por extracción ilegal de materiales.
El llamado llega en vísperas de una temporada festiva que congrega a miles de personas en municipios como Ibagué, Melgar y Honda. Las autoridades desplegarán equipos de inspección para hacer cumplir la veda y clausurar construcciones irregulares.
Bocanegra recordó que los eventos masivos exigen planeación, autorizaciones formales y cumplimiento de normas de seguridad. “La vida de cientos de personas no puede estar en juego por estructuras mal hechas”, insistió el funcionario.
Los alcaldes recibirán recomendaciones técnicas para instalar graderías certificadas y espacios seguros, así como opciones de infraestructura temporal homologada. El Departamento aportará asistencia técnica gratuita a los municipios que lo soliciten.
Finalmente, las entidades llaman a la comunidad a denunciar cualquier intento de armar palcos o corralejas sin permiso. El objetivo es garantizar fiestas alegres y tranquilas, libres de tragedias y respetuosas del medio ambiente.