Con una letalidad del 36 %, el brote de fiebre amarilla en el Tolima mantiene en alerta al sistema de salud. La Gobernación intensifica las jornadas de vacunación y concentra esfuerzos en municipios con baja cobertura para frenar la expansión del virus y evitar su urbanización.
El departamento del Tolima enfrenta una situación crítica por el avance de la fiebre amarilla, con 103 casos confirmados y 37 muertes, lo que representa una letalidad del 36 %. La Gobernación, en coordinación con el Ministerio de Salud, mantiene activas las acciones de contención en todo el territorio.
Los dos decesos más recientes fueron reportados en los municipios de Cunday y Rioblanco, zonas donde se han intensificado las labores de vigilancia epidemiológica y vacunación.
Según la secretaria de Salud del Tolima, Katherine Rengifo, se realizó un nuevo Puesto de Mando Unificado (PMU) liderado por la gobernadora Adriana Magali Matiz, donde se reiteró la necesidad de vacunar a todos los ciudadanos, incluyendo visitantes, para frenar el avance del virus.
“Mientras exista un solo tolimense sin vacunar, existe un riesgo real de contagio. No podemos permitir que este brote se urbanice”, enfatizó Rengifo, al recalcar el compromiso de todas las instituciones en lograr una cobertura efectiva.
Hasta la fecha, se han aplicado 728.000 dosis en el departamento, alcanzando una cobertura del 57 %. Sin embargo, aún existen veredas y municipios que no superan el 70 %, lo cual representa un riesgo para toda la región.
Esta semana, los esfuerzos se concentran en Villarrica y Cunday, municipios priorizados para cerrar los cercos epidemiológicos. Las brigadas de vacunación avanzan casa a casa, especialmente en zonas rurales de difícil acceso.
Rengifo también destacó la articulación con alcaldías, gerentes de IPS, EPS y líderes comunitarios para llegar a más personas con información clara sobre la importancia de la inmunización.
Finalmente, la Gobernación del Tolima reiteró el llamado urgente a la comunidad para acudir a los puntos de vacunación habilitados. “La vacuna es gratuita, segura y salva vidas. No podemos bajar la guardia”, concluyó la funcionaria.