La Fiscalía General de la Nación informó este martes sobre la captura y envío a prisión de tres miembros del Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las Farc. María Alejandra Ojeda Londoño, Édgar de Jesús Orrego (alias Firu) y Wenser Duque (alias Oliver González) fueron detenidos la semana pasada en Antioquia mientras se desplazaban en vehículos oficiales con armas y una considerable suma de dinero.
El operativo tuvo lugar el pasado 23 de julio en una carretera entre las localidades antioqueñas de Santo Domingo y Barbosa. El Ejército interceptó una caravana de siete vehículos oficiales de la Unidad Nacional de Protección (UNP), una entidad dependiente del Ministerio del Interior. En la caravana también se encontraba Alexander Díaz Mendoza (alias Calarcá), comandante del Bloque Magdalena Medio y uno de los negociadores del EMC con el Gobierno, quien portaba un salvoconducto vigente.
Durante la captura, los guerrilleros transportaban 233 millones de pesos (aproximadamente 55.000 dólares) y otros 8.200 dólares en efectivo. Además, se encontraron dos pistolas, una empuñadura de fusil, un chaleco blindado y material de intendencia, según detalló la Fiscalía en su comunicado.
La Fiscalía señaló que alias Firu está implicado en varios delitos graves, por lo que se le imputaron cargos por homicidio agravado, terrorismo, concierto para delinquir agravado con fines de homicidio, reclutamiento ilícito de menores y terrorismo. Los demás capturados fueron señalados como posibles responsables de delitos relacionados con la fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.
Ninguno de los detenidos aceptó los cargos imputados por la Fiscalía. Sin embargo, la medida de aseguramiento fue decretada para tres de los capturados, mientras que otros tres fueron dejados en libertad debido a la suspensión de las órdenes de captura solicitadas por el Gobierno Nacional, en calidad de integrantes de la mesa de negociaciones de paz con esa organización armada.
El EMC ha estado en conversaciones de paz desde el año pasado, aunque los diálogos han sido dificultados por los frecuentes ataques de este grupo en los departamentos de Cauca, Nariño y Valle del Cauca, en el suroeste del país. Ante esta situación, el Gobierno suspendió en abril pasado los contactos con la facción liderada por alias Iván Mordisco, poniendo fin al alto al fuego que estaba vigente desde comienzos de año, aunque mantuvo los diálogos con otros tres grupos.
Este incidente pone en evidencia los desafíos que enfrenta el proceso de paz en Colombia, en un contexto donde la violencia y las acciones ilegales continúan obstaculizando los esfuerzos por alcanzar una solución duradera.