La medida impacta a Canadá, México, Brasil, Corea del Sur y Alemania, generando preocupaciones en la industria y el comercio internacional.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio provenientes de todo el mundo, sin excepciones ni exenciones. La decisión, oficializada mediante un decreto, representa un golpe para el comercio internacional y afecta directamente a países aliados como Canadá, México, Brasil, Corea del Sur y Alemania.
Aunque Trump había amenazado previamente con esta medida, su implementación genera preocupación en empresarios y consumidores estadounidenses, ya que se prevé un incremento en los costos de sectores clave como la industria automotriz y la producción de bienes enlatados.
- Puede leer: Exportaciones colombianas alcanzan los US$49.552 millones en 2024 y proyectan un 2025 retador
El gobierno de Trump ha justificado la decisión argumentando que busca impulsar la producción nacional y frenar el “dumping” extranjero, es decir, la venta de acero y aluminio a precios artificialmente bajos que afectan a los fabricantes estadounidenses.
Esta no es la primera vez que el expresidente toma una medida de este tipo. Durante su primer mandato, aplicó aranceles similares, aunque posteriormente llegó a acuerdos con Australia, Corea del Sur y Brasil, e incluso eliminó algunas barreras para Canadá y México con la firma de un nuevo acuerdo comercial.
El impacto de esta decisión podría provocar una respuesta por parte de los países afectados, quienes ya han advertido sobre posibles represalias comerciales. Especialistas en economía advierten que estas tensiones podrían desestabilizar mercados y encarecer productos tanto en EE. UU. como en el extranjero.
Por su parte, representantes de la industria del acero y el aluminio en Estados Unidos han celebrado la medida, asegurando que fortalecerá la producción local y protegerá empleos en el sector. Sin embargo, críticos argumentan que las empresas que dependen de estos insumos podrían enfrentar dificultades para mantenerse competitivas.
Se espera que en los próximos días los países afectados definan sus respuestas ante esta decisión, mientras el comercio internacional enfrenta un nuevo episodio de proteccionismo en la administración de Trump.