En una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el presidente Donald Trump planteó la reubicación definitiva de los palestinos de Gaza en Jordania, Egipto y otras naciones árabes. La propuesta ha sido rechazada por líderes de la región y comparada con una limpieza étnica.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso este martes el reasentamiento permanente de los palestinos de Gaza en países vecinos, durante un encuentro con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Casa Blanca. Trump calificó el enclave palestino como una “zona de demolición” y sostuvo que los gazatíes no tendrían otra alternativa que abandonar el territorio.
La propuesta del mandatario republicano ha generado un fuerte rechazo en el mundo árabe. Jordania, Egipto y otros países de la región ya habían descartado sugerencias similares en el pasado. Sin embargo, esta vez Trump insistió en que los palestinos deberían ser reubicados en “casas bonitas” donde “puedan ser felices y no les disparen”.
Netanyahu, quien mantiene una estrecha relación con Trump, evitó pronunciarse directamente sobre la propuesta, aunque su presencia en la reunión subraya la alineación de ambos líderes en la política hacia Palestina. La conversación entre ambos mandatarios también abordó el frágil alto el fuego en Gaza, la contención de Irán y la posibilidad de un acuerdo de normalización entre Israel y Arabia Saudita.
El planteamiento de Trump contradice la postura del expresidente Joe Biden, quien se había comprometido a evitar el desplazamiento masivo de palestinos. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la propuesta, que algunos defensores de derechos humanos han comparado con una limpieza étnica.
Hamás reaccionó enérgicamente a las declaraciones del presidente estadounidense. Sami Abu Zuhri, alto cargo del grupo islamista, calificó la iniciativa como un intento de “expulsión de su tierra” y advirtió que el pueblo de Gaza no permitirá que se lleve a cabo.
La reunión entre Trump y Netanyahu, la primera del presidente republicano con un líder extranjero desde su regreso al poder el 20 de enero, buscaba reforzar la relación entre ambos gobiernos tras las tensiones que surgieron entre Israel y la administración Biden. Sin embargo, la propuesta sobre Gaza ha aumentado la controversia.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás hace casi 16 meses, Gaza ha quedado devastada por los constantes bombardeos y el bloqueo. Millones de palestinos enfrentan una crisis humanitaria sin precedentes, lo que ha llevado a Trump a plantear una solución radical que altera el equilibrio geopolítico de la región.
Analistas consideran que la postura del presidente estadounidense refleja el respaldo de su administración a los sectores más duros del gobierno israelí, que han promovido la idea de que Gaza no es viable como territorio palestino. Sin embargo, expertos advierten que forzar un desplazamiento masivo podría escalar aún más las tensiones en Oriente Medio.
A pesar del rechazo internacional, Trump ha defendido su propuesta como una “solución humanitaria”. “Si encontramos los terrenos adecuados y les damos lugares bonitos con mucho dinero, sería mejor que volver a Gaza”, declaró el presidente. Sus palabras han sido interpretadas por muchos como un intento de consolidar la ocupación israelí del territorio.
El futuro de la Franja de Gaza sigue siendo incierto. Mientras los líderes internacionales intentan mediar en el conflicto, las declaraciones de Trump han añadido una nueva capa de tensión a la ya frágil situación en la región.