En medio del desfile Sanjuanero que se llevó a cabo el domingo 2 de julio en la ciudad de Ibagué, se vivieron momentos de terror cuando una trifulca estalló entre un grupo de jóvenes armados con machetes. La situación causó pánico entre los asistentes, incluyendo madres con sus hijos, ancianos y otras personas que se vieron obligadas a correr en busca de refugio.
El incidente quedó registrado en un video que se viralizó rápidamente en las redes sociales, mostrando la violencia con la que los participantes se enfrentaron, propinándose machetazos en plena calle. El enfrentamiento tuvo lugar entre las calles 33 y 34, y generó caos y desesperación entre los presentes que intentaban alejarse de la escena.
Este suceso alarmante evidencia la falta de seguridad y control en el evento cultural, así como la necesidad de una mayor presencia de las autoridades para prevenir este tipo de situaciones violentas. El video capturado por un ciudadano muestra cómo los jóvenes se enfrentan sin restricciones, poniendo en riesgo la integridad de quienes se encontraban en el lugar.
Además de esta lamentable trifulca, otro incidente inapropiado ocurrió durante el desfile de las fiestas del folclor Sanpedrino, donde algunos ciudadanos invadieron el carril destinado para la muestra folclórica. A pesar de los esfuerzos de la Policía Metropolitana de Ibagué (Metib) por controlar la situación, la aparente falta de autoridad por parte del Alcalde Andrés Fabián Hurtado y su Secretario de Gobierno, Milton Restrepo, ha sido objeto de críticas y cuestionamientos.
La seguridad y la tranquilidad de los habitantes de Ibagué y los visitantes durante eventos culturales de gran magnitud, como los tradicionales desfiles de San Juan y San Pedro, son responsabilidad de las autoridades locales. Es necesario que se implementen estrategias efectivas para garantizar la seguridad en estos eventos y evitar situaciones que pongan en riesgo la integridad de las personas.
Finalmente, las autoridades locales aún no han expresado sobre la situación, pues es un deber investigar y tomar las medidas necesarias para evitar que hechos como este se repitan en futuros eventos culturales. Se espera que este incidente sirva como una lección para fortalecer la seguridad y la convivencia en la ciudad, y que los ciudadanos se unan en la construcción de un ambiente pacífico y seguro para todos.