La alcaldesa Johana Aranda aceptó la renuncia del secretario de Gobierno, Leandro Vera, y confirmó que el reemplazo será definido por Álvaro Uribe Vélez, líder del Centro Democrático. La decisión fortalece alianzas políticas y redefine el mapa del poder en la capital tolimense.
Una nueva tormenta política sacude el gabinete municipal de Ibagué tras la renuncia del secretario de Gobierno, Leandro Vera, aceptada por la alcaldesa Johana Aranda el pasado 30 de abril. Más allá de la salida del funcionario, lo que ha generado revuelo es que la cartera sería, al parecer la entregada como cuota política directa al expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Leandro Vera, economista con trayectoria en el sector público y exgerente de Ibagué Limpia, había asumido el cargo al inicio de este año. Durante su corto periodo, impulsó acciones en materia de seguridad y fortalecimiento institucional, aunque su renuncia se produce en medio de un ambiente marcado por el aumento de hechos delictivos en la ciudad.
Fuentes cercanas a la administración señalaron que posiblemente el reemplazo de Vera será definido exclusivamente por el expresidente Uribe, jefe natural del Centro Democrático. La movida se interpreta como una estrategia para afianzar el respaldo político de esa colectividad a la gestión de Johana Aranda, en momentos donde el orden público se torna cada vez más complejo.
De forma extraoficial trascendió que el concejal Giovanny Martínez, también del Centro Democrático, habría manifestado su interés por el cargo. Sin embargo, la respuesta desde el alto nivel fue clara: “la Secretaría será para el que diga Uribe”, dejando sin opciones a quienes aspiraban desde el interior del Concejo Municipal.
Con esta decisión, el nuevo secretario o secretaria llegará con la tarea urgente de recuperar la seguridad en Ibagué, que enfrenta una oleada de robos, amenazas y percepción de inseguridad creciente entre los ciudadanos. Además, deberá articularse con la Policía Metropolitana y otras instituciones para lograr resultados visibles en corto tiempo.
La Secretaría de Gobierno es una de las carteras más estratégicas de cualquier administración municipal. Maneja la gobernabilidad, la convivencia ciudadana y las relaciones con el Concejo. Por tanto, la injerencia directa de Uribe reconfigura las dinámicas de poder dentro del Palacio Municipal y pone a su partido en una posición privilegiada.
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Desde sectores ciudadanos y opositores ya se han levantado voces críticas que cuestionan el nivel de intervención del expresidente en decisiones locales. No obstante, la alcaldía parece decidida a reforzar su coalición política con apoyos nacionales, aun si esto implica ceder cuotas claves del gabinete.
La expectativa ahora se centra en quién será el elegido por Uribe para ocupar la cartera y cómo impactará esta decisión en la gobernabilidad de Ibagué, justo cuando la ciudad necesita medidas contundentes para frenar la criminalidad y garantizar la tranquilidad de sus habitantes.
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