La abogada y activista por la protección animal, Yurany Vanegas, anunció la formación de una veeduría ciudadana para vigilar el manejo de los recursos destinados a la fauna silvestre por parte de la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima).
La reconocida defensora de la fauna silvestre en el Tolima, Yurany Vanegas, volvió a encender el debate público en torno a Cortolima, esta vez anunciando la creación de una veeduría ciudadana. En un video difundido en sus redes sociales, la activista dijo estar “cansada de esperar que la administración haga lo que le toca” en materia de protección animal.
Vanegas aclaró que su crítica no va dirigida a biólogos ni veterinarios, sino específicamente a la gestión administrativa de los recursos destinados al rescate y rehabilitación de la fauna. “No sabemos qué pasa con los recursos”, afirmó, denunciando falta de transparencia en la ejecución presupuestal.
Uno de los casos más alarmantes que expuso es la carencia de una flota adecuada: según la veedora, Cortolima opera con una sola camioneta alquilada para todo el departamento, encargada de atender atropellamientos, rescates, denuncias de maltrato y procesos de capacitación.
“¿Cómo es posible que una sola camioneta abastezca todo un territorio?”, cuestionó Vanegas. “Mientras tanto, la fauna queda desamparada y los ciudadanos no tenemos claras las cifras ni los informes de ejecución”.
El objetivo de la veeduría es ejercer control social real y sostenido sobre la administración de los recursos. Vanegas explicó que no se trata de un gesto simbólico, sino de un mecanismo amparado por la Ley 850 de 2003 para garantizar la transparencia en las entidades públicas.
A través de la veeduría, los ciudadanos podrán solicitar información detallada sobre presupuestos, contratos y destinos de inversiones dirigidas a la fauna silvestre, así como presentar observaciones o reparos en caso de incumplimientos.
El anuncio ha puesto a Cortolima en el centro de la mira: algunos sectores ambientales ya hablan de convocar debates públicos y audiencias con directivos de la corporación para esclarecer el uso de regalías ambientales y otros recursos.
En el entorno digital, el video de Vanegas se ha compartido masivamente, sembrando dudas sobre la eficacia de las corporaciones autónomas regionales en la protección de la biodiversidad. Activistas y líderes comunitarios han mostrado su respaldo y convocan a sumarse a la veeduría.
Este nuevo episodio recalca la urgencia de fortalecer los mecanismos de control y rendición de cuentas en las autoridades ambientales. Para muchos, la veeduría de Vanegas podría convertirse en un referente de vigilancia ciudadana eficaz.
Con su convocatoria, Yurany Vanegas invita a la ciudadanía a participar activamente: “La fauna no puede seguir esperando. Si Cortolima no cumple con su misión, el pueblo debe asumir la vigilancia”.