Preguntas: ¿Qué sabemos de Melgar, Honda, Prado, Mariquita, Ibagué, Líbano, Murillo, o de municipios para el veraneo bogotano como Carmen de Apicalá, Cunday y Flandes, este último por su cercanía con el gran distrito turístico de Girardot y Ricaurte, entre otros, no quiero decir que sean los únicos por su puesto, en cuanto a lo que requieren para su reactivación turística para la nueva normalidad?
¿En qué va el acondicionamiento de esos territorios, es decir, en su infraestructura tradicional, pero también en nuevas, en el acceso a lugares emblemáticos, la mejora de servicios públicos, de puntos de información, de conectividad, zonas wifi y servicios conexos estatales como seguridad, salud y vías?
¿Cómo van en la capacitación en normas de bioseguridad para atender al turista cumpliendo todas las exigencias y dando un mensaje de tranquilidad, salubridad y responsabilidad con la vida que es de los factores que según la Organización Mundial del Turismo –OMT- más primará a la hora de decidir a dónde ir?
¿Cómo han sobrevivido esas familias? ¿Qué tan golpeadas están empresas y empresarios? ¿Cuál es el estado de sus negocios, de sus locales? Y lo más importante ¿su estado de ánimo y salud?. Ese es un registro, una información actualizada que ya se debe tener o construir aprovechando este segundo semestre de manera muy rápida.
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Es inaplazable comenzar labores y trabajar el sello de bioseguridad para lugares, que deben estar listos en octubre o diciembre cuando se llegue plenamente a la apertura turística, la gente pueda salir masivamente o en grupos a pasear de nuevo para tomar el sol, cambiar de ambiente, abrazar la sensación de libertad, desestresarse o alejarse de la cotidianidad no por obligación si no por decisión propia, para desconectarse.
Es urgente implementar ya la bitácora turística, al contar con los planes de desarrollo departamental y municipal aprobados y más allá de que los gobiernos en turno hayan sido usados o no frente a apoyar el sector turístico, que se haya dado el respaldo presupuestal necesario -que es un hecho que no-, lo que sí se tiene es la herramienta legal para poder fortalecer los ejes, modificar subplanes, robustecer programas y proyectos para poner a andar de inmediato el engranaje de esta industria y no desperdiciar los meses por venir en reuniones, agendas, mesas y comités.
El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo lo sabe, las organizaciones internacionales en su proyecciones lo tienen claro: La competencia será feroz para tratar de atraer turistas y visitantes hacia territorios donde se sientan tranquilos; la oferta será importante, sí, pero más aún los costos o los precios que se ofrezcan, porque ese sin duda será otro factor determinante en la competencia dada la merma que se ha tenido en ingresos para muchas familias y la economía en general.
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Deben primar alianzas, planes y paquetes unificados en oferta, así como una estrategia de promoción de destino con piezas publicitarias acordes a lo que la gente esté esperando, pero con una reingeniería total en la imagen del Tolima e Ibagué como posibilidad turística variada, acogedora y segura o biosegura.
No olvidemos que el Eje Cafetero, que es nuestro vecino, está enormemente golpeado en sus ingresos por escasez de turistas, por tanto, es un hecho que no escatimará en promocionarse apenas se dé esa apertura total a la nueva normalidad. Tampoco pasemos por alto que la apertura del Túnel de la Línea en septiembre puede afectarnos al permitir al viajero considerar no hacer ningún tipo de parada técnica ni larga en Ibagué, porque tendrá menos pereza de abalanzarse a una cordillera en la que transitará más rápido y cómodamente. Por ello, el punto de información turística fijo cerca al peaje Picaleña debe abrirse. Necesario tener en el visor al Huila con la consolidación que ha ido teniendo en los últimos años como destino de aventura y naturaleza y que ya se sabe dará una pelea por atraer turismo.
Tenemos 5 meses de trabajo arduo y preparación público-privada para alistar el territorio. Se necesita decidir, accionar e invertir ya. Fuera los protocolos y las formas, las “reunionitis” y “estudiesitis”, si hacemos lo de siempre el golpe al sector y a nuestro PIB regional será mortal.