La ciudad de Ibagué fue sede de la primera Asamblea Nacional de Juventudes, un evento que marcó un antes y un después en la participación juvenil en Colombia. Durante tres días, delegados de distintas regiones del país se reunieron con representantes del Gobierno Nacional para dialogar y construir acuerdos enfocados en garantizar los derechos y oportunidades de los jóvenes.
Entre los compromisos más destacados se encuentran la creación de fondos de emprendimiento con garantías de financiamiento, la inclusión de un enfoque diferencial y comunitario en las convocatorias a proyectos, la revisión del catastro multipropósito, y la creación de una jurisdicción especial ambiental. Estas medidas buscan responder a las necesidades específicas de los jóvenes en áreas clave como la educación, el medio ambiente y la economía.
La vicepresidenta y ministra de Igualdad, Francia Márquez, calificó este espacio como una muestra del poder transformador de la juventud. “Este es un ejemplo de lo que podemos hacer para garantizar el acceso a derechos políticos que en el pasado fueron negados. Podemos construir un modelo de país que tenga la vida en el centro”, afirmó, invitando a los jóvenes a seguir liderando procesos de cambio.
El viceministro de Juventudes, Pablo Zabala, también participó activamente en la Asamblea, destacando la relevancia de este tipo de encuentros. “De aquí nace la Agenda Nacional de Juventudes, una herramienta con la que los jóvenes exigirán garantías a las autoridades locales, regionales y nacionales. Nuestro compromiso es total: abrir la puerta, abrir la casa y ordenar la casa”, puntualizó Zabala, subrayando la disposición del Gobierno para materializar las propuestas.
El evento no solo se limitó a la firma de acuerdos, sino que también permitió discutir problemáticas apremiantes como la salud mental, el reconocimiento de la diversidad en la discapacidad, y el fortalecimiento de la gobernanza ecológica. Estas discusiones se traducirán en acciones concretas que serán incluidas en las políticas públicas para mejorar la calidad de vida de los jóvenes.
Delegados juveniles resaltaron la importancia de este espacio como un hito en la participación democrática del país. “Este acuerdo representa una oportunidad para construir un futuro en el que nuestras voces sean escuchadas y nuestras necesidades atendidas. Estamos haciendo historia”, señaló uno de los representantes juveniles.
La Agenda Nacional de Juventudes, producto de esta Asamblea, será presentada ante autoridades locales, regionales y nacionales para asegurar su inclusión en los planes de desarrollo y políticas públicas. Este proceso marca un avance significativo hacia una sociedad más equitativa e incluyente, donde las juventudes son reconocidas como protagonistas del cambio.
El impacto de este evento refuerza el compromiso de las instituciones y los jóvenes por construir un país más justo, sostenible y participativo, poniendo en el centro las necesidades y aspiraciones de las nuevas generaciones.