El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la adquisición de una flota de aviones caza Saab 39 Gripen, de fabricación sueca, para la Fuerza Aérea Colombiana. La decisión se tomó tras una reunión con la embajadora de Suecia en Colombia, Helena Storm, en la que también se pactó un plan de inversión social vinculado a la compra.
Según el mandatario, la flota será completamente nueva, contará con la más avanzada tecnología y ya ha sido utilizada en Brasil, lo que garantiza su operatividad y confiabilidad. La compra busca fortalecer la capacidad de defensa aérea del país, en reemplazo de los aviones Kfir adquiridos en 1989, los cuales han requerido múltiples modernizaciones en los últimos años.
Uno de los aspectos más destacados del acuerdo es la compensación que Suecia ofrecerá a Colombia por la compra de los aviones. Esta compensación incluirá la construcción de una fábrica de paneles solares de última tecnología en el departamento de Córdoba, un proyecto de instalación de agua potable en varias zonas de La Guajira y la modernización de la torre central del hospital San Juan de Dios en Bogotá con equipos médicos de última generación.
Hasta el momento, el Gobierno colombiano no ha revelado detalles sobre el tamaño de la flota ni el costo total de la transacción. No obstante, se espera que esta información se haga pública en las próximas semanas, una vez se concreten los términos finales del acuerdo con el fabricante sueco.
La adquisición de nuevos aviones caza ha sido una discusión recurrente en el país durante la última década. Petro, desde su llegada al poder, ha manifestado la necesidad de reemplazar la flota de Kfir debido a su antigüedad y costos de mantenimiento. La compra de los Gripen busca garantizar la capacidad operativa de la Fuerza Aeroespacial Colombiana en un contexto de modernización militar regional.
Expertos en defensa han señalado que el Saab 39 Gripen es una de las mejores opciones para la seguridad nacional, ya que combina tecnología avanzada, eficiencia operativa y un costo relativamente menor en comparación con otros aviones de combate en el mercado internacional.
Además, la inclusión de proyectos de inversión social en el acuerdo ha sido bien recibida por diversos sectores. Organizaciones ambientales y sociales han destacado la importancia de la fábrica de paneles solares en Córdoba como un paso hacia la transición energética, mientras que las mejoras en salud y acceso al agua potable en La Guajira y Bogotá representan avances clave en infraestructura social.
Con esta decisión, el Gobierno colombiano busca equilibrar las necesidades de seguridad nacional con el desarrollo social, asegurando que la compra de equipo militar también genere beneficios directos para la población. Se espera que en los próximos días se revelen más detalles sobre la implementación de estos proyectos y el cronograma de entrega de los aviones Saab 39 Gripen.