Habitantes del centro poblado de Santa Teresa, en el norte del Tolima, denuncian el colapso de la vía principal, la falta de atención médica y la ausencia de respuestas por parte de las autoridades municipales y departamentales. Los líderes rurales advierten que, si no hay soluciones inmediatas, se verán obligados a bloquear la carretera.
El centro poblado de Santa Teresa, en jurisdicción del municipio del Líbano, vive una de sus peores crisis en materia vial y social. La comunidad denuncia un abandono absoluto por parte de las autoridades, luego del colapso progresivo de la carretera que los comunica con el casco urbano, afectando el transporte, la atención médica y la economía campesina.
Desde tempranas horas de este viernes 31 de octubre, un vehículo del equipo de atención médica rural no pudo llegar a la zona debido al deterioro de la vía. Esta situación dejó sin asistencia a varias familias de las veredas cercanas, donde los enfermos permanecen aislados y los centros de salud carecen de personal y recursos.
La emergencia se agravó horas más tarde, cuando un camión de carga se volcó en el sector conocido como La Vuelta del Masato, uno de los tramos más peligrosos del corredor. El lodo, los huecos y los deslizamientos han convertido el trayecto en una trampa mortal, siendo este el segundo accidente reportado en menos de un mes en la misma zona.
De acuerdo con los testimonios de los habitantes, más de 20 kilómetros del tramo que conecta el Líbano con Santa Teresa están en completo abandono, sin mantenimiento ni presencia institucional. Las lluvias han empeorado la situación, provocando hundimientos y cortes que impiden el paso de vehículos de carga y transporte escolar.
Los líderes comunitarios responsabilizan directamente a la alcaldesa Beatriz Valencia Gómez por no gestionar recursos ni maquinaria para mitigar la emergencia. “Su gestión se ha limitado a comunicados y promesas. La gente queda aislada, los enfermos sin atención y los campesinos sin poder sacar sus productos”, manifestaron los voceros del sector.
También enviaron un mensaje contundente a la gobernadora Adriana Magali Matiz Vargas, recordándole que la vía es de competencia departamental. Según los habitantes, las intervenciones se han quedado en visitas y fotografías, sin que se ejecuten obras reales que beneficien a las familias rurales.
El reclamo se extendió al Congreso de la República. La comunidad cuestionó a los senadores y representantes del Tolima por su ausencia y falta de gestión. “Solo vienen en campaña, prometen obras y desaparecen. Los niños caminan entre el barro, los enfermos no pueden ser trasladados y los médicos no logran llegar”, denunció un líder del sector de Corea.
Ante la grave situación, los pobladores de Santa Teresa lanzaron un SOS al Gobierno Departamental y al Congreso, exigiendo una intervención inmediata con maquinaria pesada, materiales y personal técnico que permita la recuperación del corredor vial. Advirtieron que, si no obtienen respuesta, realizarán bloqueos como medida de presión.
“Nos sentimos olvidados, pero no indefensos. No pedimos favores, exigimos lo que por derecho nos corresponde: vías dignas, salud oportuna y respeto por la vida campesina”, expresó uno de los voceros durante una asamblea comunitaria.
El panorama en Santa Teresa refleja una dolorosa realidad: mientras las autoridades locales y departamentales guardan silencio, la población rural continúa enfrentando el aislamiento, el deterioro de sus condiciones de vida y la desconexión total con el discurso político que promete desarrollo, pero entrega abandono.











