La Corporación Autónoma Regional del Tolima reportó resultados positivos de fiebre amarilla en seis primates hallados muertos en zonas como Purificación, Ataco y Cunday. La entidad hace un llamado urgente a la vacunación, al reporte ciudadano y al respeto por la fauna silvestre.
La Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima) confirmó que seis de ocho primates hallados muertos en diferentes regiones del departamento dieron positivo para fiebre amarilla, según los análisis practicados por el Instituto Nacional de Salud (INS). Las muestras fueron recolectadas en municipios del oriente, suroriente y sur del Tolima, lo que ha generado una alerta sanitaria y ambiental.
El hallazgo se produjo tras realizar necropsias a los cuerpos de los primates, de los cuales dos muestras aún continúan en proceso de análisis. Según Cortolima, esta situación ha sido monitoreada desde el primer reporte y se han intensificado las acciones de seguimiento, control y vigilancia sobre las especies silvestres de la región.
De acuerdo con la información técnica entregada por la corporación, la muerte de estos animales estaría directamente relacionada con el brote del virus, aunque se resalta que los primates no son transmisores de la fiebre amarilla. El contagio se da a través de un mosquito vector que puede picar tanto a monos como a humanos, activando así cadenas de contagio.
Los primates actúan como “centinelas ecológicos”, lo que significa que su enfermedad o muerte es un indicador de la circulación activa del virus en determinadas zonas. De hecho, en municipios como Ataco, Purificación y Cunday, donde se hallaron micos infectados, posteriormente se reportaron casos positivos en humanos.
Ante este panorama, Cortolima hace un llamado urgente a las autoridades sanitarias y a la comunidad para acelerar los procesos de vacunación en todo el territorio tolimense. La medida es clave para evitar una expansión del virus y proteger la salud pública, especialmente en áreas rurales donde el acceso a servicios médicos es limitado.
La corporación también aclaró que, según sus estudios ecológicos, técnicos y sociales, no existe evidencia que confirme la existencia de un corredor biológico entre el Bosque de Galilea y Ataco. Por tanto, no puede afirmarse que los primates hayan sido los transmisores del virus hasta ese municipio.
Cortolima ha trabajado de manera articulada con la Secretaría de Salud Departamental y los municipios afectados, desarrollando jornadas de sensibilización y capacitación en las comunidades, con el fin de reforzar el control y la vigilancia de esta emergencia sanitaria.
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A la par, la entidad recuerda a la ciudadanía que la caza de fauna silvestre está prohibida por la ley colombiana y constituye un delito ambiental. Cualquier acción contra estos animales no solo pone en riesgo la biodiversidad, sino que también obstaculiza los procesos de investigación epidemiológica.
Finalmente, Cortolima recomienda a quienes encuentren un primate enfermo o muerto, identificar con precisión el lugar, tomar una fotografía, reportar a la línea 318 632 2529 y no trasladar el cuerpo. Esta información es crucial para los análisis ecosistémicos y la respuesta de las autoridades sanitarias.