La directora del Programa de Medicina de la Universidad del Tolima presentó su renuncia irrevocable tras denunciar acoso laboral, presiones indebidas y cobros injustificados. La crisis administrativa sigue afectando la imagen de la institución.
La Universidad del Tolima enfrenta nuevamente una crisis institucional tras la renuncia irrevocable de Milena Patricia Saavedra, directora del Programa de Medicina. La decisión, tomada en medio de denuncias por acoso laboral y presiones indebidas, vuelve a poner en entredicho la gestión administrativa de la institución.
En su carta de dimisión, Saavedra aseguró que se vio obligada a tomar esta decisión debido al constante hostigamiento, presiones y cuestionamientos que vulneraban la autonomía académica y administrativa del programa. Sus declaraciones apuntan directamente a la administración universitaria, dejando en evidencia posibles irregularidades dentro de la rectoría y sus dependencias.
Uno de los hechos que agravó la situación fue su remoción sin justificación como representante de la Universidad del Tolima en la Junta Directiva del Hospital Reina Sofía de España, en Lérida, Tolima. Según la médica, esta decisión se tomó luego de que interpusiera una denuncia formal por acoso laboral.
Además, Saavedra denunció que la División Contable y Financiera de la universidad le realizó un cobro de $20.800.000 sin las debidas garantías del debido proceso, lo que consideró un acto de presión injustificada. Este hecho generó preocupación entre la comunidad académica, pues se suma a una serie de conflictos administrativos que han afectado la estabilidad del alma mater.
Otro de los puntos que motivaron su salida fue la falta de apoyo administrativo, lo que derivó en una sobrecarga laboral que, según ella, hacía insostenible la continuidad en su cargo. Estas condiciones habrían afectado no solo su desempeño, sino el desarrollo adecuado del programa académico.
La situación no es un caso aislado. Durante el 2025, la Universidad del Tolima ha sido objeto de múltiples denuncias, tutelas y conflictos relacionados con persecución laboral y administrativa. Estas problemáticas han afectado la imagen de la institución, generando incertidumbre entre docentes, estudiantes y personal administrativo.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, hasta el momento la administración universitaria no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre la renuncia de Saavedra ni sobre las denuncias que comprometen la gestión interna. Sin embargo, la comunidad académica exige respuestas y acciones concretas que permitan esclarecer los hechos y garantizar un ambiente laboral adecuado.
El caso de Milena Patricia Saavedra se suma a una serie de episodios que han puesto en entredicho la gobernabilidad de la Universidad del Tolima. La incertidumbre persiste y la pregunta que queda en el aire es si la institución tomará medidas para corregir estas problemáticas o si continuará inmersa en una crisis de credibilidad y gestión.