El Partido Conservador otorgará el aval a José Elver Hernández, conocido como ‘Choco’, para integrar la lista azul a la Cámara por el Tolima. La decisión, que ignora el Directorio Departamental liderado por Óscar Barreto, fortalece la influencia de Miguel Ángel Barreto dentro del partido y reconfigura las fuerzas del conservatismo regional.
El panorama político del Tolima se reacomoda tras conocerse que el Partido Conservador otorgará el aval a José Elver Hernández Casas, popularmente conocido como ‘Choco’, para integrar la lista a la Cámara de Representantes en las elecciones de 2026. La decisión del Directorio Nacional Conservador supone un revés político para el senador Óscar Barreto Quiroga, quien hasta hace poco mantenía el control del conservatismo tolimense.
De acuerdo con información revelada por medios locales, el Directorio Nacional no acogió las determinaciones del Directorio Departamental del Tolima, instancia que había intentado condicionar la conformación de la lista bajo la orientación del exgobernador Barreto. Esta movida interna deja en evidencia las tensiones entre las dos principales corrientes conservadoras que disputan el poder en el departamento.
Con la confirmación del aval, ‘Choco’ se perfila como una de las cartas fuertes del partido en el Tolima. Su inclusión en la lista responde a un acuerdo político que busca equilibrar las fuerzas entre los senadores Óscar Barreto y Miguel Ángel Barreto Castillo, este último cada vez con mayor ascendencia en el Directorio Nacional y con respaldo de figuras clave del conservatismo en Bogotá.
Aunque trascendió que Óscar Barreto intentó acercamientos con Hernández para sumarlo bajo su línea política, la decisión final evidenció su pérdida de influencia dentro del partido. La jugada, interpretada por algunos sectores como un “gol político” de Miguel Ángel Barreto, marca el inicio de una recomposición de fuerzas que podría tener impacto en la configuración de las listas al Congreso y en la gobernabilidad departamental.
El episodio también deja ver fracturas internas dentro del conservatismo tolimense. En declaraciones pasadas, el propio Óscar Barreto había restado importancia a eventuales candidaturas ajenas a su grupo, afirmando que “cualquiera puede inscribirse en la página, pero otra cosa es que el partido les dé los avales”. Hoy, esas palabras adquieren un tono irónico frente a los últimos acontecimientos.
Fuentes políticas consultadas señalan que, además de Hernández, tanto el senador Miguel Ángel Barreto como el representante Juan Carlos Wills tendrían asegurada su participación en la lista por el Tolima. Esto obliga a Óscar Barreto a replantear su estrategia y a definir cuáles de los seis nombres inicialmente propuestos por su sector se mantendrán, pese a los compromisos adquiridos con su base política.
La disputa entre las dos corrientes conservadoras refleja una pugna más amplia por el control de la maquinaria electoral en el Tolima. Mientras el barretismo intenta mantener su hegemonía territorial, el bloque que respalda a Miguel Ángel Barreto gana terreno en la estructura nacional del partido, aprovechando su cercanía con la dirigencia en Bogotá.
Analistas advierten que esta fractura podría extenderse más allá del proceso legislativo y condicionar las alianzas locales de cara a las elecciones de 2026. En un contexto de recomposición de liderazgos y nuevas apuestas electorales, el conservatismo tolimense enfrenta una etapa de redefinición que pondrá a prueba su unidad y su capacidad para sostener su histórico peso político en la región.











