La carranga, un género musical que nació en las zonas rurales de la región andina colombiana, ha encontrado un renovado impulso en Feizar Orjuela Aponte, conocido artísticamente como Heredero. Este cantante santandereano ha logrado combinar la esencia tradicional de la carranga con letras que evocan poesía y emociones profundas, posicionándose como una de las figuras más relevantes del género en la actualidad.
El camino de Heredero comenzó en la vereda Pajarito de Macarabita, Santander, donde desde niño mostró un amor innato por la música. A los 11 años escribió su primera canción y a los 17 formó su primer grupo musical. Aunque este proyecto fue breve, marcó el inicio de un viaje artístico que se vería interrumpido temporalmente cuando se trasladó a Bucaramanga en busca de mejores oportunidades.
Durante más de 30 años, Heredero guardó sus composiciones hasta que, en 2021, decidió regresar a la música con una producción que rápidamente conquistó al público. Sus canciones, entre ellas “Aquella Pero Te Quiero”, “Los Encargos de Mi Máma” y “Marta”, se han convertido en himnos de la música carranguera moderna, atrayendo a audiencias de todas las edades y clases sociales.
Este artista no solo ha revitalizado el género, sino que también ha reinventado su estilo. Con melodías cargadas de romanticismo y melancolía, Heredero ha añadido una dimensión poética a la carranga, manteniendo su autenticidad campesina mientras conecta con las emociones universales de amor y desamor.
La influencia de Heredero también es un tributo a las raíces del género, que tuvo sus orígenes en los años 70 gracias a figuras como Jorge Velosa y los Carrangueros de Ráquira. Ahora, Heredero se perfila como un digno sucesor, llevando la música campesina a nuevas generaciones y asegurando su permanencia en la identidad cultural colombiana.
“El legado de Heredero nos recuerda que la música carranguera es más que un género, es una expresión viva de las tradiciones y emociones del campo colombiano”, afirma Astro Musical Producciones, la casa discográfica que ha apoyado al artista en su trayectoria. Con su guitarra en mano y el azadón al alcance, Heredero encarna el espíritu del campesino colombiano, demostrando que las raíces culturales pueden adaptarse y florecer en cualquier época.