El anuncio del alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, de construir un puente elevado en la ciudad ha generado diversas opiniones entre los ciudadanos, sobre todo en una ciudad que tiene falencias en la atención integral de los niños, niñas y adolecentes, puestos de salud en los barrios verdas cerrados, acceso al agua con corte recurrentes debido que el acueducto complemetarios aún a trancas no lo ha terminado, y para mejorar, una movilidad de transporte público que genera particulas que afecta la respiración de los habitantes.
Mientras que algunos lo ven como una solución a los problemas de movilidad, otros lo critican por su costo y su impacto ambiental, teniendo de referencia que la Procuraduría General de la Nación ya hizo un primero alertazo sobre la viabilidad del proyecto, que busca conectar la calle 60 con la avenida Ambalá, tendrá una longitud de 1,5 kilómetros y una altura de 8 metros. Según el alcalde, el objetivo es mejorar la movilidad en la ciudad y reducir los tiempos de desplazamiento entre el norte y el sur de Ibagué; todo esto sin aún solucionar el aumento significativo del parque automor que circula en Ibagué en las últimas décadas.
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Sin embargo, algunos expertos cuestionan la viabilidad del proyecto. Según un ingeniero civil, “un puente elevado de estas características es muy costoso y no soluciona los problemas de movilidad de la ciudad”. Además, este ingeniero señala que el proyecto podría tener un impacto negativo en el medio ambiente y en la calidad de vida de los ciudadanos, como la contaminación auditiva que se produce y aumentaría con la movilización de más vehículos.
Por su parte, el alcalde asegura que el proyecto contará con todas las medidas necesarias para minimizar su impacto ambiental y que la inversión será financiada con recursos propios de la Alcaldía y con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), costo que el municipio por medio del Concejo Municipal le tendría que aprobar para poder sacar más recursos y seguir financiandolo con el riesgo que sea un elefante banco al final.
Sin embargo, la idea de endeudar al municipio para financiar un proyecto de esta magnitud ha generado preocupación entre algunos ciudadanos, quienes ven que desde el Concejo Municipal se le entrega tras propuestas, el presupuesto al alcalde Hurtado cada vez que necesita rayar la tarjeta con los bancos. Sin embargo, aún hay uno que otro concejal que dice, “el municipio ya tiene una alta carga de deuda y no es conveniente seguir endeudándonos para financiar proyectos que podrían tener impactos negativos en la ciudad”.
Además, algunos ciudadanos señalan que existen otras prioridades en la ciudad, como la inversión en infraestructura educativa y en programas sociales para la población más vulnerable, como el PAE o el transporte escolar, o proyectos de Viviendas de Interés social, pues Hurtado en sus casi tres años y medio no movio nada para las pesonas más vulnerables en esa materia y sí se inventó un programa que apunta a mejorar la infraestructura de las viviendas como pizos y fachadas, estas solo garantizan para alguno y excluyen a lo que no tienen nada.
En conclusión, la construcción del puente elevado en Ibagué es un tema que genera opiniones encontradas.