El panorama político del Tolima se ha encendido tras las declaraciones de Andrés Hurtado, exalcalde de Ibagué, quien acusó a la gobernadora Adriana Matiz de manejar con “sectarismo” los recursos destinados a obras de infraestructura. Hurtado, quien busca proyectarse nuevamente en el ámbito electoral, sugirió que durante los últimos 20 años las decisiones en este sector han estado marcadas por intereses partidistas.
Las declaraciones de Hurtado fueron respaldadas por la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, quien en una rueda de prensa criticó la falta de apoyo del gobierno departamental para atender los problemas viales de la capital tolimense. En su intervención, Aranda destacó que la situación de las vías representa un desafío crítico para la ciudad.
No obstante, las palabras de Hurtado han generado controversia debido a su pasado político. Durante el segundo mandato de Óscar Barreto (2016-2019), Hurtado ocupó el cargo de secretario de Infraestructura, un periodo en el que fue señalado como una figura clave en la gestión de proyectos viales. Este vínculo directo con Barreto ha llevado a sus críticos a cuestionar su intención de distanciarse del barretismo.
A pesar de haber contado con el respaldo de Barreto en su camino hacia la Alcaldía de Ibagué, Hurtado ha optado por marcar distancia en su discurso actual. Analistas políticos consideran que esta estrategia busca posicionarlo como un líder independiente en un escenario político marcado por alianzas cambiantes y tensiones internas.
En un video reciente, Hurtado instó a otros mandatarios locales a “levantar su voz” contra la administración de Matiz, a quien acusó de priorizar afinidades políticas sobre las necesidades de la población. Asimismo, reforzó su imagen como “ingeniero de las obras”, una etiqueta que utilizó en campañas anteriores para destacar su experiencia en el sector de infraestructura.
Dentro del círculo político de Hurtado se encuentra José Elver Hernández, conocido como “Choco”, quien ha pasado de ser un aliado cercano de Barreto a convertirse en uno de los principales respaldos del exalcalde. Este movimiento evidencia las fracturas y realineamientos dentro de las fuerzas políticas del Tolima, un aspecto que podría influir en las próximas elecciones.
Por su parte, la gobernadora Adriana Matiz ha optado por no responder directamente a los señalamientos de Hurtado. Voceros de su administración afirmaron que las prioridades del gobierno departamental se enfocan en garantizar la ejecución de proyectos sostenibles y con impacto positivo en toda la región, más allá de las disputas políticas.
Mientras el debate se intensifica, los habitantes del Tolima siguen a la espera de soluciones concretas a los problemas de infraestructura vial. Este enfrentamiento político refleja un panorama complejo donde las rivalidades históricas y las nuevas alianzas determinarán el futuro de la región.