Tolima atraviesa una crisis ambiental sin precedentes, con más de 10.000 hectáreas de bosque seco arrasadas por los incendios forestales que han afectado a varios municipios del departamento. La directora de la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), Olga Lucía Alfonso Iannini, confirmó que esta pérdida representa el 25% del bosque seco en la región, uno de los ecosistemas más vulnerables del país.
“El bosque seco es un ecosistema de alta fragilidad. De lo poco que queda en Colombia, el Tolima ha perdido una cuarta parte debido a estos incendios, lo que agrava aún más la situación de este tipo de bosque”, explicó Alfonso Iannini durante una rueda de prensa, haciendo énfasis en la magnitud del daño.
Los incendios, además de afectar a áreas rurales, han alcanzado zonas protegidas como la reserva Yaví Pocharco en Natagaima, donde se han destruido 1.500 hectáreas, y el Bosque de Galilea en Villarrica, con 20 hectáreas afectadas. Estos daños han encendido las alarmas sobre la necesidad de un plan integral de recuperación.
La directora de Cortolima señaló que, una vez se logre controlar las llamas, se trabajará en un plan de restauración ambiental para rehabilitar las áreas devastadas y ayudar a las familias afectadas por la pérdida de sus medios de vida. “La recuperación será un desafío no solo ambiental, sino también social, ya que muchas personas dependen directamente de estos ecosistemas”, señaló.
Entre las zonas más afectadas, también se encuentran áreas de bosque húmedo montano bajo en Planadas, bosque húmedo tropical en Chaparral y Purificación, y bosque muy húmedo premontano en Ataco y Alpujarra, lo que agrava aún más la situación ecológica del departamento.
Alfonso Iannini subrayó que el esfuerzo de restauración deberá ser articulado entre las entidades públicas, organizaciones ambientales y la comunidad local para que sea efectivo. “Este es un reto a largo plazo, pero debemos comenzar ya con el proceso de recuperación”, añadió.
La crisis se ha visto agravada por las altas temperaturas y la sequía, que han facilitado la propagación de los incendios. A pesar de los esfuerzos de los cuerpos de bomberos y socorro, el control de las llamas sigue siendo complicado.
Finalmente, las autoridades hacen un llamado a la conciencia ciudadana para evitar nuevas emergencias ambientales. “Cada acción cuenta para proteger lo poco que queda de nuestro bosque seco. Es una responsabilidad de todos”, concluyó la directora de Cortolima.