Tras el atroz crimen de Sara Millerey, una mujer trans de 32 años hallada muerta en una quebrada de Bello, autoridades locales y departamentales ofrecen recompensa por los responsables. Organizaciones LGBTIQ+ y el gobierno nacional exigen justicia, mientras crece la indignación por la pasividad de testigos que grabaron el hecho en lugar de ayudar.
La ciudad de Bello, en Antioquia, se encuentra conmocionada por el asesinato de Sara Millerey, una mujer trans de 32 años, cuyo cuerpo fue encontrado en la quebrada La García con múltiples golpes y fracturas. El caso ha generado un fuerte rechazo social por la crueldad de los hechos y la aparente indiferencia de quienes presenciaron la escena.
La alcaldía de Bello, en cabeza de Lorena González, anunció una recompensa de 50 millones de pesos por información que permita dar con los responsables del crimen. A este llamado se sumó la Gobernación de Antioquia, que ofreció un monto igual, completando un total de 100 millones de pesos como incentivo para que los ciudadanos colaboren con las autoridades.
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“Este es un crimen atroz que no vamos a permitir que quede impune. Ya se puso en conocimiento de la Fiscalía y exigimos celeridad en la investigación. Queremos justicia para Sara”, afirmó la alcaldesa González, quien además informó que un grupo especial avanza en las labores de búsqueda de los autores del homicidio.
El presidente Gustavo Petro también se pronunció sobre el caso, asegurando que lo ocurrido en Bello es una muestra de fascismo. “Esto se llama fascismo, porque hay Nazis en Colombia”, expresó el mandatario, quien vinculó este acto a una escalada de violencia basada en el odio y la discriminación.
El Ministerio de Igualdad solicitó la activación inmediata de la Mesa de Casos Urgentes y exigió a las autoridades territoriales y judiciales esclarecer los hechos. También pidió el reconocimiento del crimen como un hecho de odio y que se adopten medidas de protección para las personas trans y demás integrantes de la comunidad LGBTIQ+.
Una de las aristas más indignantes del caso fue la difusión de un video donde se ve a Sara aún con vida, aferrándose a unas ramas en la quebrada, mientras varias personas observan y graban sin prestarle ayuda. Este registro ha generado repudio en redes sociales y entre organizaciones de derechos humanos.
Desde Caribe Afirmativo, organización que defiende los derechos de la población LGBTIQ+, se denunció que el caso de Sara no es un hecho aislado. Con ella, ya son 13 las personas trans asesinadas en Antioquia en lo que va del año, de un total de 24 en todo el país. “Hay una violencia sistemática que busca borrar a las personas trans del mapa social”, alertó la organización.
El llamado de múltiples sectores es unánime: que el crimen de Sara Millerey no quede en la impunidad. La Fiscalía, la Policía y los entes de gobierno tienen la responsabilidad de esclarecer los hechos, judicializar a los culpables y garantizar la vida e integridad de las personas trans y LGBTIQ+ en Colombia.