La violencia no solo se ejerce en el conflicto armado sino también en las prácticas culturales y el ejercicio político, que a través de las relaciones de poder también genera víctimas. Y la instrumentalización y falta de reconocimiento en los liderazgos hacen parte de los tipos de violencia.
La denuncia pública no fue para contarle al mundo que Martha Alfonso no le dio contrato a su equipo de trabajo. Sino en la forma sistemática en que vulneró la dignidad de quienes trabajaron para ella.
En este caso específico, usando un discurso de vientos de cambio y despertado pasiones vinculadas directamente a la renovación, la protección y defensa de los derechos, que tiene un efecto psicológico en las masas. El feminismo, la no violencia, la dignidad usados como bandera de la revolución del cambio se convirtieron en antónimos de los hechos.
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Y aunque el temor de hablar puede tener diferentes matices como la conveniencia política, el miedo o el hambre, la juntanza de voces que ha desatado la denuncia a demostrado que la anulación en el proceso político no sólo ocurrió ahora y en campaña, sino que viene de mucho antes.
“A veces solo se necesita una semilla para que crezca un jardín.
La desfachatez de un político es que luego de ganar le diga a sus colaboradores que nadie los obligó y que todo fue voluntario, porque de fondo el ejercicio político tiene compromisos sociales que deben generar resultados que beneficien a una sociedad.
Y atentar en contra de la tranquilidad mental y el buen nombre de un ser humano hace parte de la vulneración de los derechos humanos. Nadie pone en duda que lo que debe hacer la congresista lo esté haciendo, porque
para eso fue electa. Pero sí se pone a la luz que los políticos no deben seguir abusando de su poder, ni maltratando, ni hurtando el erario, ni amordazando el liderazgo, porque no es su ejercicio.
La censura y la persecución a quienes alzaron su voz de manera interna se hizo pública, y ahora un efecto dominó dice lo contrario a lo manifestado en las cuentas oficiales de la redentora del cambio en el Tolima.
El liderazgo en el Tolima está amordazado. La invisibilización y falta de reconocimiento a quienes quieren aportar al desarrollo y el cambio, es una constante en las denuncias que aún se tejen en las redes y en las calles.
Y es evidente que la salud mental está en riesgo y es un eje fundamental para la #PazTotal. La carencia de herramientas para gestionar emociones también muestra la otra cara de la política.
*Hasta que la dignidad se vuelva costumbre.
Colombia ha demostrado que sí puede mejorar la bancada legislativa, pero que aún seguimos esculpiendo la verdad, justicia y reparación para la #PazTotal