Desde hace varios días se venía adelantando una huelga de hambre en la sede los Ocobos de la Universidad del Tolima para visibilizar la coyuntura que se vive en la búsqueda de hacer efectiva la medida de la matrícula cero.
Es por ello, que un grupo de estudiantes se apersonaron de esta causa para que los jóvenes de la universidad sean beneficiados con esta medida que, a pesar de estar anunciada desde hace pocas horas, la Universidad del Tolima y la Gobernación señalaron ante la opinión pública que esto tendría un impacto inicial para 13.000 jóvenes de la modalidad presencial y a distancia.
A esta incertidumbre, muchos estudiantes vieron en la región la poca voluntad política no solo de los gobernantes de turno en su momento, sino de senadores y representantes a la cámara del Tolima que en actualidad son figuras políticas en los centros de poder; y que desde allí pudieron ayudar a gestionar los recursos para la educación superior pública del departamento, como sucedió en Antioquia, Cundinamarca, Valle del Cauca, entre otras.
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“Nos dicen que la Gobernación del Tolima y la Alcaldía de Ibagué no tienen dinero en estos momentos, entonces cómo estarán las familias. Por eso estamos en huelga de hambre, para que la Gobernación y la Alcaldía se comprometan a subsidiar las matrículas de los estudiantes más vulnerables. Creemos que todo se trata de voluntad política”, expresó uno de los huelguistas días antes de que se conociera el anuncio a la matrícula cero.
Hay que recordar que sectores sociales y políticos, diferentes a los que actualmente están en la dirección del departamento, se dirigieron por medio de una carta firmada al rector de la institución, gobernador del departamento y alcalde de la ciudad de Ibagué, para que revisarán detenidamente la necesidad de hacer efectiva la matrícula cero para la UT. Sin embargo, este último se limitó a callar como sucedió con los parlamentarios del departamento.
Según señaló uno de los jóvenes huelguistas, “hicimos un gran esfuerzo por elevar el proceso al Congreso de la República, y nos encontramos que a personas que no son del Tolima les importó más que a los que sí son de acá. Así se demuestra que somos un departamento y una ciudad huérfanos de pensadores, académicos, de una clase política que no trabajó en pro del Tolima; que ha sido coartado por una burocracia muy bien-organizada”.
Esto se sumó que los 15 diputados del departamento hicieron llegar una misiva con la firme intención para que se haga la vinculación al proceso, no solo a la alcaldía de Ibagué puesto que señalaron que la mayoría de los estudiantes de la Universidad del Tolima son jóvenes Ibaguereños, sino también al Ministerio de Educación debido que esta tiene autoridad dentro de las decisiones trascendentales en el Consejo Superior de la institución.
Además, de evocar los artículos 86 y 87 de la ley 30 de 1992 para que se destinen recursos excepcionales que pueden solventar la carga de la matrícula cero de los estudiantes que se han visto afectados en sus núcleos familiares en el marco del aislamiento social y la emergencia sanitaria por el COVID – 19.
Fueron siete días de sacrifico y valor para hacer posible una medida que ya se implementó en otras regiones del país desde hace varias semanas temiendo a la posibilidad de una deserción inminente sino se hacía nada, sin embargo, acá tuvo que ser como siempre; a las malas, porque por las buenas pasa de agache ante la indiferencia de quienes se atribuyen triunfos ajenos.