En un hecho que ha generado gran preocupación en la comunidad de Anzoátegui, Tolima, la Estación de Policía local sufrió un segundo ataque con explosivos en menos de 24 horas. Este nuevo atentado, perpetrado nuevamente con un dron, se suma al ataque del día anterior, en el que tres artefactos explosivos fueron lanzados contra la misma estación, dejando un uniformado herido.
Las autoridades han señalado que ambos ataques podrían estar vinculados con disidencias de las FARC, quienes estarían detrás de esta escalada de violencia en la región. La investigación sobre estos incidentes ha sido priorizada por las fuerzas de seguridad, que buscan esclarecer los hechos y capturar a los responsables.
El primer ataque ocurrió el día anterior, cuando un dron cargado con explosivos fue utilizado para lanzar tres artefactos contra la Estación de Policía de Anzoátegui. El ataque resultó en un oficial herido, quien sufrió lesiones provocadas por las esquirlas de los explosivos. Este hecho encendió las alarmas de las autoridades y generó una respuesta inmediata de seguridad en la zona.
A pesar de los esfuerzos por reforzar la seguridad en Anzoátegui, el segundo ataque, ocurrido hoy, demuestra la persistente amenaza que enfrenta la comunidad y las fuerzas del orden en la región. Este tipo de atentados, que utilizan tecnología como drones para llevar explosivos, marca una preocupante tendencia en las tácticas empleadas por los grupos armados ilegales.
La alcaldesa de Anzoátegui, junto con el Consejo Extraordinario de Seguridad, ha manifestado su rechazo categórico a estos actos de violencia y ha instado al Gobierno Nacional a fortalecer la presencia de la fuerza pública en el municipio. “No podemos permitir que el terror se apodere de nuestras comunidades. Exigimos una respuesta contundente y el apoyo del gobierno para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos”, expresó la mandataria local.
Por su parte, la comunidad se encuentra en estado de alerta y temor ante la posibilidad de nuevos ataques. Los habitantes han solicitado mayor protección y la intervención de las autoridades nacionales para frenar la ola de violencia que azota la región.
Las autoridades han reforzado la presencia de la Policía y el Ejército en la zona y han iniciado un operativo para rastrear a los responsables de estos ataques. Mientras tanto, el municipio de Anzoátegui permanece en estado de tensión, a la espera de nuevas medidas de seguridad que garanticen la tranquilidad de sus habitantes.